En una jornada sangrienta, EE. UU. inauguró su embajada en Jerusalén

La embajada de Estados Unidos en Jerusalén fue inaugurada oficialmente ayer durante una ceremonia que formalizó la decisión del presidente Donald Trump de reconocer a la ciudad santa como capital israelí en diciembre último, y que generó el rechazo de la comunidad internacional y masivas protestas en Palestina, con decenas de muertos y miles de heridos.
Ivanka Trump, en nombre de su padre, junto con el secretario estadounidense del Tesoro, Steve Mnuchin, descubrieron la placa que inauguró la embajada de Estados Unidos en Israel en una histórica ceremonia.
“En nombre del 45º presidente de Estados Unidos de América, les damos la bienvenida oficialmente, por primera vez, en la embajada de Estados Unidos aquí en Jerusalén, la capital de Israel”, declaró Ivanka ante los invitados en la nueva sede diplomática del barrio de Arnona, en la zona occidental de la ciudad.
El himno de Estados Unidos y el embajador de ese país ante Israel, David Friedman, dieron comienzo a la recepción, que comenzó a la misma hora que se declarara el Estado de Israel hace hoy 70 años en Tel Aviv y en paralelo con una masiva protesta palestina en la frontera.
“Hace 70 años, David Ben Gurion proclamó la independencia” del Estado de Israel, dijo Friedman y añadió: “Setenta años después, Estados Unidos por fin da el siguiente paso”.
El embajador adjudicó este momento histórico “al valor de una persona”, el presidente Trump, ante unos 800 invitados entre los que estaban el presidente israelí, Reuven Rivlin; el primer ministro, Benjamin Netanyahu, y la delegación estadounidense encabezada por el subsecretario de Estado, John Sullivan, y que incluye a Ivanka, a su marido, Jared Kushner, y a Mnuchin.
En un video transmitido durante la inauguración, Trump afirmó que “Israel es una nación soberana con el derecho a determinar su propia capital”. “Nuestra mayor esperanza es la paz, y Estados Unidos está comprometido con la paz en Oriente Medio, y con respetar el 'statu quo' en Jerusalén”, agregó e insistió en su apoyo a un acuerdo de paz duradero con los palestinos.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, uno de los últimos en subir al escenario, decorado con grandes banderas estadounidenses e israelíes, agradeció el “coraje” del magnate republicano. “Gracias Trump por tener el coraje de cumplir tus promesas”, dijo.