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VIOLENCIA EN LA CAPITAL CARIOCA

Otro día de tiroteos en Río de Janeiro: cerraron el camino al aeropuerto

Hubo grandes operativos policiales en dos favelas en la mañana de ayer. Varios turistas dejaron sus autos y escaparon corriendo.

“Los tiroteos originados por operaciones policiales en varias favelas de Río de Janeiro cerraron este jueves dos importantes arterias de la ciudad durante horas, provocando escenas de pánico entre los conductores y grandes atascos en plena hora pico.
“La Linha Amarela y la ruta Grajaú-Jacarepaguá siguen cerradas en los dos sentidos a causa de operaciones policiales. Eviten la zona”, advertía al inicio de la mañana el Centro de Operaciones del estado de Río (COR) desde su cuenta de Twitter, sugiriendo otros itinerarios.
Las vías recién se liberaron dos horas más tarde. La cadena Globonews mostraba entonces imágenes aéreas de enormes atascos que se extendían varios kilómetros.
La aplicación de celular “Onde Tem Tiroteio (OTT, ¿Dónde hay tiroteo?”), que informa en tiempo real sobre los violentos intercambios de disparos que ya se han transformado en escenas cotidianas en Río, difundió un video mostrando conductores que, en medio del pánico, abandonaban sus vehículos en la Linha Amarela, la autovía que conduce al aeropuerto internacional Galeao.
El sonido del video permitía escuchar claramente los intercambios de tiros en los alrededores.
El batallón de élite de la policía local (Bope) realizaba durante la mañana una operación en la Cidade de Deus, una de las favelas más violentas de Río, situada a lo largo de la Linha Amarela.
Un video que circulaba por las redes sociales mostraba cómo un agente herido de bala era socorrido por sus colegas, mientras otro caminaba por delante disparando con un arma automática. El policía herido fue conducido a un hospital.
La circulación estaba igual de afectada en la autovía Grajaú-Jacarepaguá -considerada como una alternativa a la Linha Amarela-, también cerrada por otra intervención policial contra el tráfico de drogas en la favela de Lins.
Importantes vías habían sido ya bloqueadas por las mismas razones en los últimos meses.
Cuando aún no se cumplen dos años de los Juegos Olímpicos, el estado de Río de Janeiro, el segundo más rico de Brasil, es víctima de una aguda escalada de violencia. Frente a la incapacidad de las autoridades locales para controlar la situación, el presidente Michel Temer confió por decreto el comando de las fuerzas de seguridad al ejército a finales de febrero, en una decisión muy polémica.
Pero la violencia continúa haciendo estragos en Río de Janeiro, especialmente en las favelas, donde vive un cuarto de su población.

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