EE. UU. expulsó a diplomáticos rusos y cerró un consulado

Estados Unidos, Canadá y 14 países europeos expulsaron a diplomáticos rusos por el envenenamiento del ex espía Serguéi Skripal. Washington, Ottawa y el Consejo Europeo anunciaron la medida como respuesta al ataque con armas químicas perpetrado en Londres a principios de marzo contra Serguéi Skripal.
Trump ordenó cerrar el consulado ruso en Seattle por su cercanía a instalaciones militares; la decisión fue tomada en represalia por el ataque contra Sergei Skripal en Londres (AP).
El presidente de los Estados Unidos expulsó este lunes a 60 diplomáticos rusos acusados de espionaje del consulado de Seattle, al Noroeste del país, y luego Canadá y 14 estados de la Unión Europea se unieron rápidamente a la medida. 
La decisión fue tomada en represalia por el ataque con armas químicas sobre el ex espía ruso Serguéi Skripal ocurrido el 4 de marzo en Londres. El doble agente y su hija permanecen hospitalizados. En total, 48 diplomáticos de la embajada rusa y 12 que trabajan en la delegación ante la Asamblea General de las Naciones Unidas deberán abandonar el país. 
En tanto el consulado en Seattle, estado de Washington, cerrará sus puertas. Esto se debe a que la ciudad está próxima a una base de submarinos y la sede central de la empresa aeronáutica Boeing, según indicó el comunicado oficial. 
“Estados Unidos toma esta acción en conjunto con sus aliados de la Otan y sus socios alrededor del mundo en respuesta al uso de armas químicas de grado militar en el territorio del Reino Unido, la última actividad en un patrón desestabilizador” de parte de Rusia, agregó un portavoz del gobierno. 
Fuentes de la Casa Blanca señalaron que los expulsados serían agentes de inteligencia rusos que se escudan en su status de funcionarios diplomáticos. Canadá también se adhirió a la medida y anunció la expulsión de cuatro funcionarios del Kremlin. 
“Estamos tomando estas medidas en solidaridad con Reino Unido”, dijo la ministra de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland, en un comunicado. “El ataque con un agente nervioso en Salisbury, en suelo de un cercano socio y aliado de Canadá, es un acto despreciable, atroz e insensato, al poner en peligro potencial las vidas de cientos”, agregó.