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INTERNACIONAL

Histórico encuentro

Cuando se le pregunta a Cao de Benós -”delegado especial de la República Popular de Corea” en Occidente- por las posibilidades de que en las conversaciones entre Donald Trump y Kim Jong-un se hable de apertura democrática en Corea del Norte, se molesta: “Si la apertura democrática significa renunciar a nuestro sistema socialista en el que el pueblo tiene vivienda, educación y sanidad gratis, por supuesto que no. 
Aquí se cumplen los verdaderos derechos humanos”. ¿Y los campos de trabajo forzado? Los campos de trabajo son para criminales comunes. Para violadores y asesinos. Así, en vez de estar en la cárcel consumiendo drogas y aprendiendo a ser más criminales, hacen trabajos para el resto. ¿No hay persecución política en Corea del Norte? No. Cao de Benós tiene un discurso perfectamente estructurado en el que desmiente todas las acusaciones contra el régimen. Para él, Occidente, la ONU y organizaciones civiles internacionales mienten. 
Habla siempre de Corea, nunca llama al país “Corea del Norte” y jamás nombra a “Corea del Sur”. Para él, Corea es una sola y toda debería estar bajo el dominio de Kim Jong-un. Aun así, reconoce la importancia de esta cumbre, que califica de “histórica”. Es que para él, la reunión reafirma la importancia de Kim Jong-un. “¿Qué presidente llama a Trump y se sienta de igual a igual a una mesa de negociación?”, pregunta irónicamente y agrega: 
“Si insulta a otros líderes como al mexicano (por el presidente Peña Nieto) por el muro, o a los europeos imponiendo aranceles al acero y al aluminio…”. E insiste: “Ahora que tenemos estatus nuclear ya no puede invadirnos como Irak o Libia”.

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