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CATALUÑA

Crisis en España por otro bloqueo a Puigdemont

El presidente del parlamento, que propone la reelección del ex presidente que se encuentra en Bruselas, decidió acatar una orden del Tribunal Constitucional. Al mismo tiempo, surgen críticas entre independentistas.

La situación política en Cataluña tiene todos los visos de encaminarse de nuevo a un bloqueo institucional después de que el presidente del Parlament, Roger Torrent, aplazara este martes, de manera indefinida, la sesión para investir a un presidente de la Generalitat e insistiera en que no propondrá a otro candidato que no sea Carles Puigdemont.
Por primera vez desde las elecciones del 21 de diciembre, afloraron en público las diferencias entre Junts per Catalunya y ERC, partidos independentistas.
Queda por ver si se trata de un desencuentro puntual o el comienzo de un cambio de estrategia que derive en la presentación de otro presidenciable.
El ex presidente de la Generalitat había asegurado anoche en un mensaje que “no hay otro candidato ni otra combinación aritmética posible”.
Torrent a su vez, anunció cinco horas antes del inicio previsto para la sesión que aplazaba el pleno que había convocado para investir a Carles Puigdemont presidente de la Generalitat aunque estuviese en Bruselas.
El Tribunal Constitucional advirtió el sábado de que esa investidura sólo sería posible si el ex presidente solicitaba permiso y el Tribunal Supremo le autorizaba a acudir personalmente a la sesión.
En esa resolución, el Constitucional también alertó a la Mesa del Parlament de que incurriría en desobediencia si facilitaba una investidura que no respetase esas condiciones, algo que ya sucedió hace unos meses con Carme Forcadell, que está en libertad bajo fianza.
Torrent no quiso traspasar esa línea. Anunció la suspensión del pleno en una declaración institucional en la que aprovechó para hacer un alegato con expresiones que satisfacen al independentismo, como “el presidente de la Generalitat será el que decidan los diputados del Parlament, no un tribunal ni un ministro a 600 kilómetros”.
En su crítica incluyó también a los magistrados del Constitucional, pero al mismo tiempo explicó que había encargado a los servicios jurídicos del Parlament que presenten impugnaciones a la resolución del alto tribunal.
La decisión de Torrent supone en la práctica parar el reloj de los plazos previstos para investir un presidente de la Generalitat y aumenta la incertidumbre política que se abrió con el anuncio de la candidatura de Puigdemont. “El pleno se celebrará cuando esté asegurado que sea un debate efectivo, con garantías y sin injerencias”, insistió el presidente de la Cámara. También prometió que iría “hasta el final” en la defensa de “los derechos de Puigdemont” y añadió. “No voy a proponer ningún otro candidato”.
En la práctica, el aplazamiento del pleno permite al independentismo ganar tiempo, pero la pregunta que se plantea es hasta cuándo y para qué. Junts per Catalunya, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y la CUP son las únicas formaciones capaces de sumar una mayoría suficiente para investir presidente, y los resultados del 21 de diciembre impiden cualquier otra combinación por los vetos cruzados que han anunciado los partidos en las últimas semanas.

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