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CIERRE DE CAMPAÑA

El 21-D sitúa a Ciudadanos y ERC como partidos troncales de Cataluña

La campaña electoral que este martes culminó en Cataluña evidenció cómo dos partidos que hasta hace poco eran accesorios en la política catalana han sustituido a los dos grandes y llevan camino de hacerse con la hegemonía dentro de sus respectivos espacios. Pendientes del 21-D, la impresión es que Ciudadanos sustituyó al PSC en la Cataluña urbana mientras que Esquerra Republicana se hace con la hegemonía nacionalista de la extinta Convergencia, rebautizada como PDeCAT.
Todo apunta a que la hegemonía bipartidista de la que gozaron CiU y PSC, especialmente en los años ochenta y noventa —cuando se repartían el 75% de los votos— se fue para no volver. 
En un Parlamento catalán con siete partidos, los sondeos dan a Ciudadanos y a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) una suma de votos que no llega al 50%, con lo que ni el uno ni el otro pueden plantearse Gobiernos en solitario y van a ser necesarias sumas de hasta tres o cuatro partidos.
En cualquier caso, tanto Ciudadanos como ERC exprimieron en campaña su recién adquirida condición de favoritos. Y ambos se retroalimentan en esta posición. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, apeló en el mitin central del partido en L’Hospitalet (Barcelona) al voto útil porque, argumentó, la victoria sobre ERC se decidirá por muy pocos votos. También llamó a los indecisos y, en particular, a los que “dudan entre Ciudadanos y el PSC”. “Si votan al PSC”, dijo, “no saben adónde va su voto; pero nadie duda de que un voto a Ciudadanos va a parar el procés”. Rivera recordó las alianzas de los socialistas con Esquerra durante el Gobierno tripartito (2003-2010). “Ya nos la han jugado muchas veces”. Arrimadas también hace referencias constantes a que ERC es el gran rival a batir.

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