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ZIMBABWE

Grace Mugabe, la primera dama odiada por militares

Le dicen “Gucci Grace”, y no hace falta pensar demasiado para entender por qué. Podrían caberle otros nombres a la primera dama de Zimbabwe Grace Mugabe, esposa del legendario y anciano Robert Mugabe, quien pierde el poder como arena entre los dedos encerrado en su casa, bajo custodia del ejército.
A Grace Mugabe la podrían llamar la “temeraria”, “peligrosa” o “letal Grace”. Su fama es de la de una mujer infame, ambiciosa de poder, dispuesta a “envenenar” a sus rivales si es necesario. O a trompearse con quien se cruce en su camino. No hay límites para esta señora de 52 años, a pesar de todo el refinamiento y lujo que pueda vestir.
Conoció a Mugabe hace años, cuando trabajó como secretaria en su despacho. Tuvo una relación con el mandatario que produjo un hijo y se casó con él tras la muerte de la primera esposa del Presidente.
En los últimos años adquirió un gran peso político y ha dicho abiertamente que le interesa ser presidenta, desafiando incluso a su marido a que nombre un sucesor. En lo posible ella misma.
Es una feroz defensora de su esposo y declaró que podría postularse como “cadáver” y ganar.
La primera dama, claro, no es demasiado popular y muchos en esta nación pobre no ven con buenos ojos sus despilfarros en momentos en que la economía se viene abajo. De todos modos, parece tener el apoyo del ala juvenil del partido de gobierno y encabezó un sector de dirigentes de 40 y 50 años que surgen como alternativa a una camada mayor, algo que el ejército ve con pésimos ojos, y explica el porqué de la asonada de estos días.
Grace se ha posicionado en un lugar que la ubicaba hasta principios de esta semana como la sucesora de su marido, de 93 años, cuando este muriera.
La primera dama arrancó con un perfil bajo y culmina su “carrera” con un rol tan alto que le ha costado demasiado caro. El ejército dice que Grace está junto a su esposo en su residencia. Otros dicen que ella huyó a Namibia antes de la llegada de los tanques, en plena noche. Pero desde ese país, lo desmienten. Otros dicen también que Mugabe está negociando con los militares un salvoconducto para su esposa.
El principal rival de la primera dama en la sucesión era el vicepresidente Emmerson Mnangagwa, que curiosamente terminó echado acusado de deslealtad, a principios de mes. Fue el propio Mnangagwa quien dijo que la mujer había intentado envenenarlo para sacarlo del cuadro. Tras ser depuesto, el vice huyó del país.
Grace jamás negó querer tomar las riendas de Zimbabwe. Ya en 2014, en un acto electoral dijo: “Dicen que quiero ser presidente. ¿Y por qué no?”.

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