El Papa reunió a una multitud durante una misa en Medellín.
GIRA POR COLOMBIA

El Papa aseguró que "no debe dar miedo" la renovación de la Iglesia

En una multitudinaria misa en el aeropuerto de Medellín, Francisco pidió "involucrarse, aunque para algunos parezca ensuciarse".

En una multitudinaria misa en el aeropuerto de Medellín, la ciudad con mayor impronta católica de Colombia, país que visita desde el miércoles y hasta este domingo, con el lema "Demos el primer paso", el papa Francisco aseguró que "no debe dar miedo" la renovación de la Iglesia y pidió a los curas y sacerdotes "involucrarse, aunque para algunos parezca ensuciarse o mancharse".
"Como Jesús zarandeaba a los doctores de la ley para que salieran de su rigidez, ahora también la Iglesia es zarandeada por el Espíritu para que deje sus comodidades y sus apegos. La renovación no nos debe dar miedo. La Iglesia está siempre en renovación", aseguró el Pontífice en una misa campal para más de un millón de personas, según los organizadores, en la capital del departamento de Antioquía, unos 400 kilómetros al noroeste de Bogotá,
"En Colombia hay tantas situaciones que reclaman de los discípulos el estilo de vida de Jesús, particularmente el amor convertido en hechos de no violencia, de reconciliación y de paz", agregó.
Durante su visita, que finaliza este domingo en Cartagena, el papa ha insistido en su mensaje de paz y reconciliación, ahora que el país está en vías de acabar con el último conflicto armado de América, que ha dejado más de siete millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados en más de medio siglo.
El pontífice argentino impulsó el acuerdo de paz alcanzado en noviembre con las comunistas FARC, ahora convertidas en partido político, mientras que la Iglesia colombiana ha apoyado las negociaciones con el ELN, última guerrilla del país. Francisco es el segundo pontífice en visitar Medellín, una ciudad de más de dos millones de habitantes, tras Juan Pablo II en 1986.
La visita a Medellín tiene un fuerte significado personal para el obispo de Roma, porque fue el lugar donde la jerarquía de la iglesia de América Latina decidió en 1968 comprometerse con la causa de los sectores populares, la llamada "opción preferencial por los pobres", que es hoy en día la prioridad de Francisco.