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TREMENDO INCENDIO

El implacable avance del fuego obliga a evacuar varias aldeas en Portugal

Según el último balance oficial, aún provisional, el fenómeno ígneo provocó 64 muertos y 153 heridos. Piden ayuda a Marruecos.

El incendio declarado este sábado en el centro de Portugal, que se mantiene activo en los distritos de Leiria y Coimbra, avanza hacia al municipio de Góis, en el norte, donde vecinos de varias aldeas fueron evacuados por las autoridades.
Góis, situada a 40 kilómetros al Norte de Pedrógão Grande, es ahora "la zona más peligrosa" dentro del área afectada por el incendio, dijeron fuentes de Protección Civil.
Las condiciones meteorológicas no son favorables por el viento y las altas temperaturas, que en algunos lugares alcanzan los 43 grados centígrados.
Según el último balance oficial de víctimas, aún provisional, el fuego ha provocado 64 muertos y 153 heridos, aunque esta cifra incluye los afectados en varios incendios de la zona, no solo declarado el sábado en Pedrógão Grande, el más mortífero de los últimos años en el país.

Otra tragedia 
Una nave que combatía el incendio que arrasa el centro del país desde el sábado se estrelló este martes en Pedrógão Grande, según confirmaron las autoridades sin ofrecer un reporte oficial de víctimas. 
Según detalló Jornal do Noticias, es poco probable que el piloto de la nave modelo Canadair haya sobrevivido a la caída, ya que estos aviones no poseen un mecanismo de eyección. Se trata de una unidad portuguesa y no española, como trascendió en un primer momento.
A su vez, el Gobierno de Lisboa pidió ayuda a Marruecos para que ese país envíe medios aéreos que contribuyan a combatir el incendio. La ayuda de Marruecos se sumaría a la de España, Francia e Italia, que ya enviaron aviones a la zona afectada a través del mecanismo comunitario de protección civil. España proporcionó en total, también a través de la cooperación bilateral, seis aviones, 200 militares y veinticinco bomberos.
Las condiciones meteorológicas no son favorables por el viento y las altas temperaturas, que en algunos lugares alcanzan los 43 grados centígrados, lo que complica los trabajos para controlar las llamas.

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