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INESTABILIDAD

Marcha atrás de Temer, que retira el Ejército de Brasilia

Mientras la Justicia electoral tiene en sus manos la posibilidad de una salida en junio para el mandatario, los militares debieron retirarse de las calles por una anulación del decreto que habilitó la represión. Además presentaron el decimotercer pedido de juicio.

Un día después del “incendio” de Brasilia y presionado por aliados y opositores, el presidente Michel Temer dio ayer marcha atrás a la militarización de la capital brasileña, mientras en el Congreso aumentan las apuestas de que el 6 de junio puede ser un momento clave para la continuidad del mandatario, que puede ser destituido por la Justicia electoral.
A la vez, la Orden de Abogados de Brasil presentó el decimotercer pedido de juicio político contra Temer en una semana, a raíz de la investigación que le abrió el Supremo Tribunal Federal luego de que el jefe de Estado fuera grabado supuestamente avalando sobornos a diputados, jueces y fiscales relatados por el empresario Joesley Batista, dueño del gigante JBS.
La temperatura en Brasilia parecía haber bajado en las calles, pero en el Palacio del Planalto y en el Congreso las negociaciones para elegir un sucesor por consenso consumían las horas en los pasillos y oficinas, debajo de los gigantes edificios modernistas diseñados por Oscar Niemeyer.
Un herido de bala por la policía del distrito federal, filmada disparando armas de fuego y no de disuasión en la manifestación, se encuentra internado con ayuda de respirador mecánico, tras haber arribado con un disparo en el rostro.
En un decreto, el presidente Temer desactivó otro que había firmado para que las Fuerzas Armadas tengan autoridad de policía en Brasilia, luego de la manifestación de unas 150.000 personas que pedían su renuncia, una protesta que derivó en violentos enfrentamientos y en el incendio de dos ministerios y destrozos en otros seis.
En una recorrida de Télam por la Explanada de los Ministerios, unos 1.500 soldados rodeaban los edificios ante la ausencia de manifestantes o cualquier otra “amenaza”. Apenas los restos de los destrozos, mostrados por el gobierno como el argumento para, en medio de la crisis, lanzar al Ejército a las calles.
“Les traigo un mensaje del presidente Temer: quiero decirles que no hay democracia sin orden; la orden es base esencial para la democracia. Dentro de la Constitución todo, fuera de la Constitución nada”, dijo el ministro de Defensa, Raúl Jungmann.
La pregunta en la Cámara de Diputados y en el Senado es si Temer sigue teniendo condiciones para gobernar. Los que responden afirmativamente ganan adeptos, como el inesperado Carlos Sampaio, titular del bloque del Partido de la Social Democracia Brasileña (Psdb) en la Cámara baja.
“Hay que respetar una transición constitucional (con elecciones indirectas) porque Temer perdió las condiciones de gobernabilidad”, dijo Sampaio, del Psdb, partido que está lanzando dos candidatos a suceder a Temer como presidente “tapón” hasta el 31 de diciembre de 2018, con el senador y ex gobernador de Ceará Tasso Jereissati y el ex presidente Fernando Henrique Cardoso.
“A mí no me miren; tengo 85 años”, dijo en San Pablo al ser abordado por periodistas Cardoso, el sociólogo que gobernó entre 1995 y 2002 y respalda a Temer desde el Psdb.

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