- Preparación de la piel: Sigue estos pasos para prepararla; limpieza facial, tónico y contorno de ojos, añade un serum revitalizador para las ocasiones especiales o si te has levantado con mala cara. Luego usa una buena crema hidratante para tu tipo de piel con un masaje suave .
- Corregir: Cuando se absorba la crema hidratante, aplica el corrector. Corrige las zonas azules (ojeras) y rojas (granitos y manchas).
- Base de maquillaje. Usa una base muy cubriente, conseguirás una piel casi transparente.
- Ojos: Comienza por las cejas para enmarcar la mirada y sigue con las sombras. Aplica una sombra clara en todo el párpado con una brocha gruesa. Continúa con una sombra oscura
- en un tono tierra para marcar el hueso, con una brocha de tamaño intermedio.
- Sigue con un lápiz para marcar el ojo y difumina en el parpado inferior para dar intensidad, pero sin llegar a hacer el ojo ahumado. Finaliza con una doble capa de máscara de pestañas.
- Mejillas. Aplica colorete en tono cálido (tierra, mate o melocotón) para dar contorno a tu rostro y oscurecer el poluto. Luego aplica un tono frío con un color rosado justo en el centro del pómulo.
- Labios: Con un toque de gloss o hidratante en el labio estarás lista. Si eliges un brillo o una barra con color, que sean en tonos neutros, similares al color de la piel pero sin llegar al tono carne que borra los labios.
- Luminosidad: Utiliza un polvo iluminador en tonos bronces y sin brillo, que son mucho más naturales que los dorados o plateados.
Y… ¡Lista! Es súper sencillo; un maquillaje para usar a diario, sin recargar y llevando las tendencias.
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