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Amor en la oficina: ¿una situación de la que es mejor escapar?

Especialistas hablan de las ventajas y desventajas de formar pareja en el trabajo.

Enamorarse en el trabajo es una situación que muchos intentan evitar. Sin embargo, en la mayoría de los casos se termina por ceder. Resistir la atracción mientras se comparte gran parte del día puede tornarse una tarea titánica. De todos modos, y aunque los “amores de oficina” suelen venir con dificultades extras, también pueden tener sus ventajas. Especialistas hablan de los pro, los contras y la mejor manera de hacer frente a este tipo de relación.  
“El trabajo es el lugar perfecto para desencadenar un romance. Debido a que ahí se pasa la mayor parte del día es lógico pensar que surjan amores en la oficina. El problema es cómo manejarlo sin que afecte el trabajo, debilite la carrera y sufra la imagen profesional”, dice la psicóloga María de Jesús Ferrero.
En un estudio realizado por  la consultora de recursos humanos Adecco, 9 de cada 10 encuestados aseguró no haber tenido ninguna relación sentimental en el trabajo. Sin embargo, el 65% dijo conocer parejas que trabajan bajo el mismo techo. Las relaciones sentimentales dentro de un mismo ámbito laboral tienen gran aceptación entre los argentinos, pues solo un 18% considera que las empresas deberían prohibirlas.
Por otra parte, más de la mitad de los encuestados (54%) consideró que el romance en la oficina no ejerce influencia  en el ambiente de trabajo. Y en esta misma línea, casi la mitad (49%) afirmó que está bien que haya parejas en la medida que sean cuidadosos en el ámbito laboral.
Así como también, el 63% cree que eso tampoco perjudica a ninguna de las partes para vincularse con los demás compañeros. Sin embargo, el 60% de los encuestados coincidió que los integrantes de una pareja sí deberían ubicarse en sectores separados.
“Las relaciones no deberían ser un problema dentro de una compañía en tanto y en cuanto no generen conflictos de intereses o se presuma falta de transparencia o favoritismo”, dice Alexandra Manera, directora de Recursos Humanos de Adecco Argentina.
Sin embargo, la licenciada Ferrero advierte que en la mayoría de los casos cuando se entrecruza lo personal con lo profesional se genera un riesgo, ya que algo puede salir mal en la relación y puede perjudicar el ámbito de trabajo.
Expertos en asuntos laborales que trabajan en Adecco cuentan las ventajas y desventajas de mantener una relación amorosa con un compañero de trabajo.
Entre las ventajas figura la motivación extra. Esto es beneficioso tanto para la empresa como para la pareja. Ya que los empleados irán a trabajar con más ganas (al menos mientras dure las mieles del amor) y probablemente canalicen el entusiasmo trabajando más animados. 
A su vez, los tortolitos pueden ayudarse en situaciones complicadas en el trabajo: un problema con un cliente, jefe o compañero de trabajo. En este caso el apoyo de la otra persona puede ser más que significativo.
También suele mejorar el manejo de horarios de la pareja: tanto de entrada como de salida, y generalmente logran organizarse mejor en relación al transporte para ir a trabajar. 
Entre las desventajas figura la posibilidad de que se mezcle la vida personal con la laboral, que situaciones  propias de la pareja se trasladen al ámbito laboral y esto de lugar a discusiones o malos humores. 
Para quienes trabajan en una Pyme las vacaciones pueden resultar problemáticas ya que los dos querrán tomarse en la misma fecha. 
Otro momento de tensión puede generarse por alguna situación o discusión con un compañero de trabajo que pueda predisponer de mala manera al otro integrante de la pareja con esa persona con la cual se mantuvo la discusión.
La dispersión en el horario laboral también puede convertirse en un problema para la empresa, pero puede aliviar el día de la pareja. Y, por otro lado, el estrés del trabajo puede perjudicar la relación o generar cortocircuitos.
Para la psicóloga Susana Machado García las parejas que se forman en el ámbito laboral tienen un plus de dificultades extras que sortear. “El contexto suele afectar negativamente en la relación”, afirma, y comenta que en casi todos los casos la relación se vuelve “colectiva”, en el sentido en que todos los compañeros siguen el día a día y cuando hay conflictos suelen tomar partido por uno u otro. 
Por otro lado, según señala la especialista, está el tema del desgaste: “Al principio está bien, pero después se cansan de tantas horas juntos y cuando llegan a la casa tienen menos temas de conversación porque tienen menos para contarse. Por lo general después de un tiempo alguno busca un cambio laboral”. 
La competencia también puede ser una dificultad para muchas parejas. “Generalmente se da cuando se dedican a tareas similares y a uno lo ascienden y al otro no, o cuando hay diferencias en la valoración”, dice Machado García. 
Para Ferrero tener una relación sentimental con un compañero de trabajo no tiene por qué tener desventajas, pero afirma que si no se manejan adecuadamente sí pueden existir riesgos.
 “Al principio trabajar juntos puede ser positivo, ya que eso induce un clima organizacional más positivo y pueden estar más satisfechos con su trabajo y por supuesto con su relación”, dice Ferrero, pero advierte sobre la necesidad de mantener una distancia entre el ámbito laboral y el personal: “Trabajar con la otra persona a diario cuando se ha roto la relación y no demostrar malestar o resentimiento alguno  puede ser más difícil de manejar de lo que parece y causar mucho estrés. Si la situación que viven los miembros implicados es de conflicto, entonces la dinámica de la propia pareja es capaz de influir de forma negativa no solo entre ellos mismos, sino entre los compañeros de trabajo”.
Por otro lado, la especialista plantea que la situación puede complicarse si se trata de personas con cierto poder, ya que pueden bloquear los procesos productivos de la pareja con tal de hacer sentir su fuerza y esto iría en detrimento de la empresa.
“Si uno de los miembros decide terminar la relación puede ser terriblemente incómodo verse todos los días y mantener una relación profesional”, sostiene Ferrero. 
Para la especialista también es importante determinar el tipo de romance antes de “blanquear” la relación frente al resto. “Muchas veces es la aventura, la atracción, el deseo, coqueteo, tentar lo prohibido y la distracción lo que mueve la relación. Y en otros casos son verdaderos sentimientos de amor”, diferencia.<

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