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MIXTURA DE SONIDOS Y REGISTROS DE AMÉRICA LATINA EN COMPOSICIONES ORIGINALES

Soema Montenegro propone un viaje a paisajes sonoros latinoamericanos

Luego de varias presentaciones internacionales, vuelve a los escenarios porteños para el estreno de su tercer trabajo discográfico, titulado "Ave del cielo".

Escuchar a Soema Montenegro es un descubrimiento constante, un camino cargado de variantes musicales, donde la voz impera, donde los sonidos atraviesas. El nuevo trabajo discográfico de esta exquisita cantante recupera paisajes sonoros latinoamericanos a partir de composiciones originales.
-Según conceptos ancestrales, los pájaros eran portadores de voces sagradas. ¿De qué se trata tu flamante disco Ave del cielo y qué pasajes sale a buscar?
-Los pájaros son para el mundo mágico los portadores de información de las otras dimensiones que no podemos ver, escuchar, percibir desde nuestra cotidianeidad, y que en estados de conciencia alterada uno podría percibir, esto no sólo se puede leer para el mundo de las aves, sino para el mundo de la naturaleza en general. Siempre me sentí atraída por esas ideas, mundos y maneras de ver la existencia, por eso es que mi nuevo disco está inspirado todo este viaje.
-Recorrés sonidos y voces de América Latina. ¿Por qué elegiste ese rumbo?
-Elijo los sonidos y voces latinoamericanos porque son los sonidos que me conforman, con los que me siento completa y expandida, cada vez que tengo la oportunidad de viajar por América Latina es un goce constante, es un viaje de encuentro y revelación.
-¿Es posible intentar desde la música y desde el arte cambiar al mundo?
-La verdad no podría afirmar que se puede cambiar el mundo, el mundo es muy complejo, los humanos somos muy complejos. Pero sí, se puede tocar el corazón del otro, por un instante dejar de pensar, por un instante abrirse a sentir algo nuevo, por un instante aquietarse y vibrar, crear nuevas afirmaciones para la vida y creo que eso es maravilloso.
-¿Por qué un día elegiste la música?
-Estoy segura de que un día pasó que la música me eligió y no me dejé soltar más. Era muy pequeña y me enamoré de mi profe de música de la escuela, no podía creer que alguien pudiera cantar y tocar la guitarra como si se tomara un mate, y me obsesioné con aprender y cantar y allí comenzó mi viaje, a los 11 años, con la música.
-¿Cuáles son tus influencias musicales?
-Mi primera influencia fue en casa, con mi papá, él es correntino, y por supuesto no podía parar de escuchar chamamé y música del litoral en general, después comencé en la adolescencia a escuchar mucho rock nacional y como a los 17 años empecé a escuchar cantantes latinoamericanas. 

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