El cuidado de la piel es una tarea que debemos aprender muy bien; la piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, nos protege del mundo exterior, ayuda a regular la temperatura corporal y nos proporciona sensaciones. Tener una piel cuidada y en forma no solamente es importante desde el punto de vista médico, sino también desde el estético, ya que una piel sana dará un mejor aspecto de nuestra persona y más bello.
Hacerte el hábito de cuidar tu piel es de vital importancia y entre más joven empieces con estas rutinas, mejores resultados obtendrás al pasar el tiempo; considera que no solo es necesario cuidar la piel para prevenir posibles enfermedades, sino que también es importante para poder retrasar los problemas que la edad y el tiempo le provocan. Recuerda siempre que la prevención es la mejor manera de mantener una piel sana por más tiempo.
Hoy te daré algunos consejos para que cuides tu piel a través de los años:
Durante la niñez:
La enfermedad más común de la piel en esta etapa es la dermatitis atópica; se manifiesta con enrojecimientos, descamación y sequedad en la piel; para cuidarla durante esta etapa, es importante utilizar cremas emolientes y jabones neutros. Se debe evitar el contacto con colonias y jabones muy fuertes que puedan causar irritación. También se recomienda el uso de telas de algodón y tener cuidado con los detergentes con los que se lava la ropa.
Adolescencia:
Durante estos años los cambios abundan, el cuerpo experimenta una profunda revolución hormonal y la piel se ve afectada. Las glándulas sebáceas de la piel generan una mayor cantidad de sebo, por lo que por un lado, la piel está nutrida, pero el exceso puede ocasionar la aparición de acné. Por ello, una limpieza y desinfección diaria es muy importante. Debes evitar a toda costa el pellizcarte las espinillas y granos, pues lo único que lograrás será infectar más y dejar cicatrices; si el problema es severo, lo mejor será recurrir a un dermatólogo para recibir el tratamiento adecuado. En cuanto a la piel del cuerpo, pueden aparecer estrías, sin embargo, las puedes prevenir usando cremas ricas en vitamina A.
A los 20:
A esta edad la piel es tersa, radiante y bien oxigenada. La regeneración celular está en su punto, así que cualquier daño que pudiera sufrir la piel, ésta tiene la capacidad de recuperarse en poco tiempo. La limpieza es muy importante para eliminar todas las impurezas y el exceso de grasa que puede tapar los poros, evitando que estos respiren. Limpia con jabones específicos para el cutis, toallitas o leche limpiadora ligera. Posteriormente debes aplicar un tónico. Por la mañana y la noche aplica una emulsión libre de grasa.
El protector solar durante todo el año no puede faltar, por lo menos con un factor 30 de protección. Para el cuerpo es suficiente una crema hidratante ligera.
A los 30:
La renovación celular y la producción de sebo se vuelve más lenta. Espera a ver las primeras líneas de expresión alrededor de los ojos, en la frente, entre la nariz y la boca, etc. Tu piel comienza a cambiar y necesita más cuidados.
Para comenzar, debes seguir fiel al uso del protector solar como hasta ahora lo has venido haciendo.
Debes comenzar a usar humectantes con ingredientes activos como el retinol, y enfocarte en tratamientos específicos para tratar problemas como la flacidez y la deshidratación. Recuerda tomar agua y comer saludablemente.
El recurrir a limpiezas y exfoliaciones periódicas es recomendable. Recuerda: las cremas y tratamientos que usabas en los 20´s ya no te funcionarán en los 30´s.
A los 40:
Se dice que es una de las edades más maravillosas para la mujer; a esta edad el organismo ya no es capaz de regenerarse tan rápidamente como a los 20, y esto se debe a que con la edad, la piel va perdiendo agua y se torna más seca. La limpieza sigue siendo primordial, así que utiliza crema limpiadora en vez de gel; ahora aplica un tónico suave con propiedades astringentes.
Importante: al menos una vez a la semana tienes que hacer una exfoliación para retirar células muertas. Para la hidratación te convienen productos que contengan muchos nutrientes, además de que deben ayudarte a luchar contra el envejecimiento.
Y por supuesto, la protección solar no debe faltar para alejar las arrugas; cuando lo apliques, recuerda el área del escote, las manos y las piernas. De aquí en adelante el cuidado de la piel se tiene que tomar 100% en serio, por lo que sería bueno consultar de vez en cuando a un dermatólogo para revisar que tu piel no tenga tendencias a padecer alguna enfermedad.
Recuerda que tu piel siempre debe estar en forma y le debes dedicar tiempo, como se lo dedicarías al abdomen, a los brazos o a cualquier otra parte de tu cuerpo.
No olvides tomar siempre suficiente agua para mantenerla hidratada. Sólo es cuestión de que te hagas una rutina, tu piel te lo agradecerá conforme pasen los años.
COMENTARIOS