Es un curioso experimento social. Y ya se ganó su merecida popularidad en Internet. Metió sus botas en un lago, estuvo en una boda y participó en una reunión indígena. HitchBOT, un robot parlanchín con cuerpo de balde, cautivó a los canadienses desde que salió de Halifax el mes pasado en un viaje a dedo hasta la costa del Pacífico. Y el fin de semana llegó a Victoria, en la Columbia Británica, logrando cruzar así todo Canadá.
HitchBOT fue creado por un equipo canadiense de investigadores de la comunicación que estudia la relación entre personas y la tecnología. "Lo que buscamos es situar a la robótica y las tecnologías artificiales en escenarios improbables y ver qué sucede", dice David Smith, uno de sus creadores y docente en la Universidad McMaster de Ontario.
Pareciera que el robot fue armado a partir de piezas sacadas de una venta de jardín: un balde, tubos de gomaespuma, un recipiente para tortas, guantes plásticos de cocina y botas de lluvia. <
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