PINTO

Las inversiones ya estaban, Mauricio

“En la campaña electoral para las elecciones presidenciales de 2015, el candidato de Cambiemos Mauricio Macri, dijo que si el ganaba, se iba a producir una “lluvia de inversiones”, promesa que repitió durante todo 2016, siendo ya Presidente. Su argumento era que se generaría en el mundo una confianza tal hacia el nuevo gobierno, que las inversiones llegarían sin cesar con lo cual los argentinos podríamos disfrutar de un futuro venturoso.

Primero, pagar a los buitres
Según los miembros del gobierno para que las inversiones aparezcan, se debía saldar la deuda con los fondos buitrespara poder salir del “default” y mostrarle al mundo que estábamos “integrados”.Una mentira, porque no estábamos aislados del mundo, y el “default”nunca existió. Lo prueba que a poco de asumir, un consorcio de bancos efectuó un préstamo de 5 mil millones de dólares al gobierno argentino, sin mediar inconveniente alguno. 
El pago a los buitres se realizó en condiciones penosas para nuestro país, pero esto no produjo la llegada de ninguna inversión. Muy por el contrario, una gran cantidad de fábricas y empresas han tenido que cerrar sus puertas. Los datos duros dicen que durante 2016 se perdieron 6200 empresas quedejaron sin trabajo a casi 400.000 personas.Esto es gravísimo para la economía del país, y no es fruto de ninguna “pesada herencia” ya que hasta diciembre de 2015, la economía venía creciendo.
Sin embargo el Macrismo y la prensa oficialista, repitieron constante y maliciosamente que en 2015 estábamos en una “crisis”, o que “así como veníamos no se podía más”, frases que evidentemente calaron muy hondo en la sociedad, en especial en la clase media, una de las más beneficiadas con las políticas públicas del Kirchnerismo. 
Es increíble como los medios imponen estas frases o percepciones a la sociedad con el solo hecho de repetirlas una y mil veces hasta el hartazgo. Por el contrario, en el caso de la inflación, ésta venía bajando y lejos estaba de los números a los que la llevó Macri en sus 15 meses de gobierno. Muchas fábricas trabajaban a pleno, algunas con records de producción y ventas. La realidad hizo ver que la crisis comenzó desde el mismo día que  Mauricio Macri se hizo cargo de la presidencia y comenzó a aplicar sus medidas económicas.

Algunos números
Entre los sectores que han caído bruscamente su actividad, fruto de la recesión y la pérdida del poder adquisitivo se encuentran la construcción con una merma del 25% de la actividad y la industria automotriz con el 20% de descenso. La gran mayoría de los autos patentados en 2016,  son importados y de alta gama, al contrario de lo que sucedió en los últimos 12 años donde fue la clase media el principal sector que movió este mercado.
La industria textil es otra de las afectadas por la recesión y la apertura de importaciones, lo cual se traduce en una caída de las ventas del 30% y en la pérdida de muchos puestos de trabajo y suspensiones de personal. Empresas emblemáticas como Maffisa de La Platadespidió a 240 personas, y la clásica e histórica Alpargatas tuvo 70 despidos. TN&Platex la principal planta de hilados del país,  tuvo que suspender a  720 empleados en Tucumán y Catamarca.
En el caso de la Industria del calzado, la situación no es menos grave. Durante 2016, el sector entró en crisis, lo que se tradujo en 4500 despidos y 2500 suspensiones, originados también por la caída del consumo y el aumento de las importaciones.
Contrariamente, 2015 había sido un año de crecimiento donde se alcanzó una cifra récord en la producción y el consumo de zapatos.Hoy en cambio, apenas un año y medio después, nos encontramos ante una situación muy complicada, donde si no se recompone el mercado interno, la crisis seguirá profundizándose aún más. 
También fueron víctimas de la política económica los pequeños negocios y las Pymes que no tienen el volumen de ventas que tenían un año y medio atrás con lo cual no pueden obtener buenos márgenes de ganancia. Además deben afrontar los brutales tarifazos y muchas veces también deben absorber los aumentos de precios mayoristas, porque si los trasladan al mostrador, no les venderían los productos a nadie. Por eso muchos negocios cerraron sus puertas.
Sancor, una de las empresas líderes en el rubro de los lácteos, tuvo que cerrar 4 de sus plantas, y anunciar el despido de 500 trabajadores, que podría elevarse a 2000.Una de las plantas afectadas se encuentra en Coronel Charlone, Partido de General Villegas, donde trabajaban más de 50 personas. 
Esta situación fue provocada por la caída drástica del consumo que se registró en 2016 lo que hizo que la producción también disminuyaun 30%. A esto se le suma el tarifazo eléctrico y una caída en las exportaciones. Un coctel explosivo.
Tampoco escapa a la crisis, la otra firma líder del sector lácteo, La Serenísima que ya anunció el cierre de su planta de Rufino para el 31 de Julio. Esta planta tenía una capacidad de producción de 800 mil litros por día, y se dedicaba al enfriamiento y la clasificación de la leche. Durante el corriente mes de marzo comenzó a trabajar dos días a la semana con sólo 40 mil litros diarios.

Cambiemos, sus promesas y su plan
Cambiemos se cansó de decir que llegaba al gobierno entre otras cosas para recomponer las economías regionales, traer inversiones al país, hacer que los trabajadores vivan dignamente, sacar el impuesto a las ganancias ylograr la “pobreza cero”. 
Nada de eso se concretó. Lo que se ve en cambio, es una profunda crisis en la industria nacional, despidos, suspensiones, aumento de la pobreza, desocupación, todo lo cual origina una creciente conflictividad social que se manifiesta cada vez con mayor fuerza en las calles de todas las ciudades del país. 
Aquí no hablamos de “errores”, sino de una política económica que tiene como finalidad aumentar las ganancias de los sectores más concentrados y de bajar el costo laboral de las empresas disminuyendo los salarios. Por ello el gobierno quiere imponer el “techo” del 19% a las paritarias de los docentes. Porque es un caso testigo para que todas las demás cierren en ese número. 
El gobierno aspira a lograr un índice de desocupación del 15% con lo cual le resulta mucho más fácil para los empresarios bajar los sueldos y hacer contratos “basura”. Porque como dijo el ex ministro de economía, Alfonso Prat Gay, “Cada sindicato sabrá donde le aprieta el zapato y hasta qué punto puede arriesgar salarios a cambio de empleos”. Aunque el autor de la frase ya no esté, la filosofía del gobierno de Cambiemos, es exactamente esa. 
Estamos en presencia de un gobierno que llegó para concretar dos fines: que una banda de forajidos realice sus negocios (Correo Argentino, Avianca, etc.) y que se aplique a rajatabla un plan económico neoliberal que está provocando la desaparición de la industria nacional y el empobrecimiento del pueblo. Solo la movilización popular y una derrota del oficialismo en las elecciones legislativas de 2017, pueden impedirlo”.

 - (·) Ex concejal y ex director de la Escuela de
Educación  Secundaria Nº 2 de Coronel Granada -

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