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LA PROVINCIA /PANORAMA POLÍTICO DE LA SEMANA

El 40% desvela al arco político

La idea fue lanzada hace ya algunas semanas por Francisco De Narváez. Y en las últimas horas, retomada por el intendente Gustavo Posse. Ambos dirigentes bonaerenses salieron a promover un acuerdo entre Sergio Massa y Mauricio Macri con la premisa básica, dicen, de evitar un posible triunfo electoral del oficialismo en octubre del año próximo en los comicios presidenciales.
La inquietud de estos opositores va en sintonía con la esperanza a la que se aferra Daniel Scioli: que una posible mejora en la imagen de la Presidenta que están marcando algunas encuestas y la división del voto no K, allanen el camino para evitar el temido ballotaje.
Las cuentas que se sacan cerca del gobernador bonaerense, sostenidas en algunos datos que están mostrando diversos sondeos de opinión y cierta dosis de irrefrenable deseo, es que el candidato presidencial del Frente para la Victoria puede llegar al umbral del 40% de los votos. Si ese guarismo mágico se hiciera realidad y tanto Massa, Macri o el candidato que quizás pueda aportar el ajetreado frente Unen no llegan al 30%, el oficialismo se garantizaría el triunfo en primera vuelta.

Fragmentación funcional

Lo que parece estar en discusión es, por estos días, si esa fragmentación opositora terminará o no siendo funcional al kirchnerismo. “A mí me vienen diciendo que después, en el ballotaje, se hará un acuerdo de toda la oposición para ganarle al candidato oficialista. Y yo les vengo planteando a todos: ¿Y si no hay ballotaje?”, contaba en las últimas horas un dirigente del peronismo disidente que empuja el acuerdo.
La propuesta es, por el momento, eje de análisis en los diversos campamentos opositores. Pero pocos se atreven, en las más altas esferas del massimo y el PRO, a darle empuje más allá de algunas voces sueltas que ofician de luces de alerta.
Tanto Macri como Massa parecen ahora concentrados  en desgajar a Unen, el acuerdo radical-socialista que hace apenas unos días fue sacudido sin piedad por la verborragia y el portazo de Elisa Carrió. Ambos, con la esperanza de que los acuerdos que puedan suscribir con dirigentes provinciales de la UCR terminen por desinflar cualquier expectativa presidencial de Hermes Binner, Julio Cobos o Ernesto Sanz y les permita disputar esa porción de votantes refractarios a un candidato cercano a la Casa Rosada.
Marzo parecería ser el mes clave para el futuro de ese espacio. Si para entonces no pudiera exhibir un candidato taquillero capaz de disputar el voto opositor, su futuro como oferta electoral unificada quedaría entre alfileres.

Guiños a un contrincante

Cerca de Scioli miran de reojo estos movimientos. La decisión del radicalismo de intentar ganar tiempo, darle vida a Unen y despegarlo por ahora de los proyectos de Massa y Macri,  le sacó una mueca de satisfacción al equipo del mandatario. La oposición dispersa en varias vertientes es uno de los pilares sobre los que se asienta la ilusión del mencionado 40% sin ballotaje.
Pero no todas son rosas para el sciolismo. En los últimos días, la Casa Rosada le envió algunos mensajes inquietantes a través de quien aparece como su principal contrincante en las Primarias, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo.
Hubo gestos inequívocos de La Cámpora hacia el ministro. El más notorio, el armado de un acto en Santa Cruz para que Randazzo fuera invitado estelar, el mismo día en que Scioli lograba en Mendoza un fuerte apoyo a su candidatura de la estructura peronista a través de la mayoría de los gobernadores.
Esas movidas refuerzan la presunción de no pocos sciolistas: que el kirchnerismo no le hará las cosas fáciles aún a pesar de ser el dirigente del FpV que mejor mide.
Para el Gobernador se acerca, en tanto, tiempos de empezar a mostrar con mucho más énfasis su gestión como forma de apalancar la campaña.
La principal apuesta es la cuestión de la seguridad. Por eso el próximo sábado imagina lo que en distintos sectores del gabinete bonaerense se define como un “lanzamiento”: el acto de egreso de 10 mil policías que están estudiando en la Escuela Vucetich. Será ante unas 30 mil almas entre familiares y cadetes, toda una tentación para un candidato.
El mandatario prevé que estos efectivos se sumen al Operativo Sol, otra de las apuestas clave para su verano de candidato, que prevé empalmar en marzo con el arranque de la Policía local en varios distritos.
Scioli está convencido de que podrá mostrar progresos en materia de inseguridad cuando llegue la hora de las urnas. Tan es así que hace algunas semanas le habría sugerido a su ministro del área, Alejandro Granados, que se prepare ante la eventualidad de tener que calzarse el traje de candidato a gobernador.

Más cruces

Por otra parte, y sólo puesta entre paréntesis para facilitar la aprobación del Presupuesto 2015, la polémica por el cobro de la tasa a los Combustibles en los municipios gobernados por el massismo está a punto de volver a escena. Scioli amagó con incluir un artículo para prohibir esa imposición en el proyecto que consiguió sanción en la Legislatura, pero los bloques del Frente Renovador se pusieron firmes y condicionaron su voto a que no apareciera una medida de esas características que implica ingresos adicionales a esas comunas.
Pero por estas horas se habla de que sería “inminente” un pronunciamiento del Consejo Federal de Impuestos contrario a ese tributo que percibe la provincia de Córdoba y una docena de comunas de la Provincia.
“El Consejo se va a expedir en rechazo a ese cobro”, dicen en el Gobierno bonaerense donde se empuja una decisión de esas características. ¿Y si las comunas desoyen ese dictamen y continúan percibiendo la tasa de unos 40 centavos por litro de combustible? “Entonces vamos a descontarles de la coparticipación el producido de esa tasa”, afirman en el equipo de Scioli, reabriendo la puerta a un nuevo enfrentamiento con Massa.
Dentro de ese clima de tensión habría que inscribir el debate de la ley de paritarias municipales. Scioli visualizó un triunfo político sobre el massismo y hasta llegó a la Legislatura para sacarse una foto junto al jefe de uno de los sectores sindicales en pugna y los presidentes de ambas cámaras, Horacio González y Gabriel Mariotto.
El massismo terminó haciendo causa común con otro sindicato municipal, refractario a los alcances del proyecto que se terminó votando al que califica de inconstitucional.
Como el caso de la tasa Vial, puede que esta ley termine discutiéndose en la Suprema Corte.

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