Bullrich y Larreta cerrarán sus campañas en territorio provincial.
Bullrich y Larreta cerrarán sus campañas en territorio provincial.
LA PROVINCIA

Las PASO, entre las dudas de Bullrich, la arremetida de Larreta y el enigma Massa

Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich se disputan en la Provincia buena parte de su suerte en la interna que protagonizan en Juntos por el Cambio. El territorio bonaerense y su enorme influencia es considerado clave en esa carrera presidencial. Pero no sólo se trata de poner en la balanza ese peso electoral: las cuentas que sacan en ambos campamentos concluyen en que quien triunfe en el principal distrito del país podría terminar inclinando la balanza frente a la paridad que existiría en el global del resto de la Argentina.

Ese hipotético escenario empuja a ambos precandidatos a coincidir en algo: el cierre de sus campañas será en la Provincia. Bullrich lo hará en Lanús, la patria chica de Néstor Grindetti, a quien empuja para la Gobernación. Rodríguez Larreta es probable que pronuncie su último discurso proselitista en La Plata, junto a Diego Santilli. 

Esa disputa aparece repleta de especulaciones. Una de las principales que circula por estas horas tiene que ver con que si ciertos deslices en la campaña de Bullrich que Larreta se ocupó de no dejar pasar (habló de “blindaje” para salir del cepo y su adversario la comparó con Fernando De la Rúa), impactaron sobre los halcones del PRO. También, la utilización de un discurso extremo que podría haber sensibilizado a votantes moderados.

Hay quienes desde el campamento bullrichista critican el despliegue propagandístico de los candidatos larretistas que, aseguran, supera con creces lo que pueden hacer los propios. Esa señal remite a otra y que tiene relación con el armado electoral de Rodríguez Larreta en la Provincia que a priori muestra una mayor inserción en los distritos a partir de la elección de sus candidatos.

Esa conjunción se suma a otra incógnita: cuánto podrá el arrastre de la boleta presidencial de Bullrich compensar el mayor conocimiento e intención de voto, según señalan diversas encuestas, que muestra el larretista Santilli frente a la fórmula de los halcones que lidera Grindetti.

El oficialismo transita la última etapa de campaña rumbo a las Paso abrazado al mensaje de que no se puede esperar a octubre para jugar fuerte. Lo blanqueó Axel Kicillof en las últimas horas: “No hay octubre sin agosto”, lanzó. El temor en Unión por la Patria es que las Primarias dejen expresada una foto adversa que luego sea complejo de revertir.

En la Gobernación se estima que será clave que el mandatario no sólo sea el candidato más votado en las PASO, sino que, además, quede arriba de la sumatoria de los dos postulantes de Juntos por el Cambio. Ese objetivo, con todo, aparece rodeado de ciertas dudas. Son las que aparecieron en las últimas semanas a partir de distintos sondeos que mandaron a hacer varios intendentes del PJ del Conurbano que muestran que el tramo presidencial de la boleta con el nombre de Massa logra una adhesión sustancialmente menor que el resto de las categorías.

El temor es que la parte superior de la boleta “tire para abajo” a las otras candidaturas, de ahí la idea esbozada de mostrar a Massa en el Conurbano junto a intendentes y Kicillof para fomentar la idea de que nadie se vea tentado de jugar con algún corte de boleta y, de paso, levantar al precandidato presidencial.

Las PASO dejarán un resultado y abrirá retos adicionales. Juntos por el Cambio se asomará al desafío de unir sus piezas luego de la interna entre Bullrich y Larreta. El peronismo también tendrá que suturar heridas múltiples.

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