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Alerta en los sanatorios privados, frente a una crisis que no encuentra piso.
FEDERACIÓN DE CLÍNICAS DENUNCIA UNA SITUACIÓN CRÍTICA

Sanatorios bonaerenses sufren pérdidas del 48%

En el sector señalan que el “rojo” lleva varios años, indican que la situación es “límite” y si bien realzan el diálogo con las nuevas autoridades, alertan por el “día a día”.

Desde la conducción de Fecliba afirmaron que “volver a respirar” llevará tiempo, algo que al sector privado de la salud no le sobra porque debe sobrellevar “una situación muy crítica día a día”, a causa de que, según denuncian, finalizaron el 2019 “ahogados” por un rojo del 48,18 por ciento promedio.
En ese contexto, el titular de la entidad, Néstor Osvaldo Porras, comentó que se están reuniendo con las nuevas conducciones del IOMA, del PAMI, de los ministerios de Salud de la Provincia y la Nación y con el gremio.
“Es cuestión de entenderse mutuamente”, dijo, en referencia a que “la nueva gestión recién empieza y eso hay que comprenderlo”, pero que “los tiempos de los sanatorios, más aún en esta gravísima situación, no siempre coinciden con los gubernamentales”.
Apuntó que “el IOMA ha cumplido con lo prometido, como saldar noviembre del 2019 (70 por ciento hace diez días y 30 por ciento en la semana). Aunque hay un tema que por ahora no profundizamos, por el poco tiempo de la nueva gestión, pero que no podremos dilatar mucho, como es ir cerrando el enorme desfasaje entre el costo real de las prestaciones y lo que reconocen las obras sociales, fundamentalmente el IOMA y el PAMI”, puntualizó, para quitarle responsabilidad a “esta gestión”.

Sector sufrido
Así las cosas, Porras recordó que “este sector, que atiende a la seguridad social (IOMA, PAMI y obras sociales de sindicatos), es históricamente un sector sufrido. Nosotros ya veníamos atrasados, pero el combo formado la megainflación de los últimos cuatro años, las paritarias, el aumento exponencial de los insumos dolarizados y el enorme desfasaje con lo que reconocen las mutuales, los saltos del dólar y los tarifazos, casi nos dan el golpe de gracia. Llegamos a diciembre último al límite. Ahogados. En promedio, el sector consolidó entonces una pérdida del 48,18%. Ese fue el desacople entre lo que teníamos que cobrar y lo que efectivamente cobramos por parte de las obras sociales”, enfatizó.
Desde la conducción de la Federación de Clínicas señalaron que “además de las prestaciones, los sanatorios quedamos muy desfasados en el rubro insumos. Su alto costo, muchas veces dolarizado, iba alejándose cada vez más de lo que las mutuales pagaban, pero había que asumirlo para que siguiera funcionando el sistema de salud privada”, dijo, y resaltó que “en los últimos años los aumentos fueron constantes: la inflación y los fuertes saltos del dólar hicieron que cada pedido tuviese valores más altos. Y eso acrecentaba las pérdidas”.
También hizo hincapié en el tarifazo. “Como a todas las Pymes, nos generó una situación intolerable. Hubo sanatorios, a manera de ejemplo, que pasaron de buenas a primeras de pagar 100 mil pesos al mes de luz a abonar 300 mil. Algo similar ocurrió con el gas y el agua”, remarcó.
“Claramente, la demanda terminó superando a la oferta, lo cual afecta también el presupuesto del IOMA y el PAMI”, sintetizó Porras, para graficar el momento actual que vive el sector.
Frágil cadena de pagos
Néstor Porras subrayó la necesidad de que “no se corte la cadena de pagos” como una condición imprescindible para evitar males mayores, fundamentalmente la “buena atención de los afiliados y poder hacer frente al merecido salario de los trabajadores”.
Después de reiterar que ya se han reunido con el ministro de Salud provincial, Daniel Gollan, con su par nacional, Ginés González García, con la conducción del IOMA y del PAMI, desde Fecliba afirmaron que apuestan al diálogo, agradeciendo la “escucha y actitud de las autoridades sanitarias”.
Finalmente, Porras insistió en la necesidad de actualizar valores de prestaciones, de poder descargar el IVA, la reducción del impuesto al cheque y una moratoria para los aportes con la Afip.
En tanto, fuentes del IOMA expresaron que “la deuda de la obra social (con los distintos prestadores, incluidas las clínicas) a diciembre de 2019 era de casi 8 mil millones de pesos. Algunos no cobraban desde marzo o abril. Se están llevando a cabo reuniones con todos” y “se está pagando mes a mes para llegar a estar al día”, aseveraron.

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