FORMARÍA PARTE DEL DISCURSO EN LA LEGISLATURA

El rojo de la Provincia preocupa más a Vidal

Según los cálculos, la administración gasta mucho más de lo que recauda.

A casi tres meses de asumir en la gobernación, María Eugenia Vidal sigue reaccionando asombrada cuando repasa los números de la economía bonaerense al momento de sentarse en el palacio de la calle 6. Algunas cifras ya se conocieron pero es probable que en el mensaje inaugural de las sesiones ordinarias de la Legislatura apele a una suerte de punteo de la situación que le planteó el ministro Hernán Lacunza.
“Recibimos una provincia quebrada”, dijo Vidal el día de su asunción. Aludía al déficit fiscal anual que arrojó el ejercicio 2015 de unos 22 mil millones de pesos, poco menos de 2 mil millones por mes, heredados de la gestión de Daniel Scioli. Es un agujero generado, entre otras cosas, porque la Provincia gasta mucho más de lo que recauda.
Un botón de muestra: la recaudación anual de la Provincia sólo cubre el 80% de lo que se gasta en el salario de los más de 600 mil empleados estatales. Para cubrir el resto el estado provincial debe endeudarse o depender del envío de partidas dinerarias desde la Nación.
Los cálculos más optimistas de los vidalistas suponen una reducción del déficit fiscal a 15 mil millones de pesos al finalizar el año en curso.

El endeudamiento  
El nivel de endeudamiento heredado también es otra preocupación. Los números que manejan en la gobernación dinamitan el discurso de “provincia desendeudada” que pregonó hasta último momento el sciolismo. Según las fuentes oficiales consultadas, la Provincia tiene una deuda registrada de unos 120 mil millones de pesos con inversores de diverso calibre, algunos proveedores, el gobierno nacional y organismos de crédito internacionales.
Pero también está la deuda no registrada o “deuda oculta”. Eso es, básicamente, emisiones de deuda por gastos del pasado que no fueron debidamente registrados en su momento. Esa cifra también es colosal: poco más de 50 mil millones de pesos, entre los que se cuentan unos 8 mil millones de pesos que se le deben a proveedores varios.
Para poner en marcha un proceso de salida de este endeudamiento vigente, Vidal pidió autorización a la Legislatura para tomar una nueva deuda. En enero, los legisladores autorizaron al Ejecutivo a endeudarse por 60 mil millones de pesos durante el 2016. El equipo económico deberá manejarse con esos números para honrar los compromisos. No se descarta, sin embargo, que luego de la apertura de sesiones, el gobierno provincial intente obtener otro permiso legislativo de endeudamiento.
Además, el presupuesto votado por los legisladores en enero estipula un aumento de impuestos de más del 25% para mejorar la recaudación provincial.
Pero más allá de los números, está la cuestión social. En Economía toman nota de un dato inquietante que arrojan los indicadores sociales oficiales: el 35% de los hogares argentinos con necesidades básicas insatisfechas está en Buenos Aires.
Es una suerte de bomba de tiempo sobre la que está sentada la gobernadora, que tendrá inevitables cimbronazos derivados de una situación económica nacional que incluye la devaluación ya realizada, el aumento de las tarifas energéticas por la quita de los siderales subsidios y la lógica de evitar gastos desmesurados a nivel estatal.

COMENTARIOS