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TRAS EL FALLO JUDICIAL QUE ABSOLVIÓ AL ÚNICO ACUSADO

Tristeza y dolor en la familia de Solís por el brutal crimen que sigue impune

La hermana menor del hombre asesinado en enero de 2008 dijo que “confiaba en que la Justicia encontrara al culpable” del crimen perpetrado en la vivienda de Laprida 1.420 de esta ciudad.

“Es mucha la tristeza y más grande aún el dolor”. Con esa frase sencilla, Brígida Solís resumió el ánimo que la embarga tras el fallo que declaró inocente al único acusado de haber matado a su hermano Armando, el 7 de enero de 2011.
Con la voz resquebrajada por la angustia, Brígida lamentó el final que tuvo el proceso investigativo en el cual derivó el asesinato consumado en la vivienda de Laprida 1.420, donde vivía la víctima del fatal episodio que, tras el fallo dictado el jueves por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº1, se suma a la larga lista de homicidios que quedaron impunes en los últimos veinticinco años.
“En la familia teníamos fe de que todo se esclareciera, pero si los jueces dijeron que el acusado no era el culpable sus razones tendrán, algo habrá fallado”, expresó la mujer, de 80 años.
Sin embargo, no perdió la esperanza de que “algún día se sepa” quién acabó con la vida de Armando. “Yo tengo una vecina a la que le pasó lo mismo y a los cuatro años, cuando parecía que todo quedaba en nada, consiguió saber lo que había pasado. Esto es a lo que me aferro, pero de verdad el dolor es muy grande en estas horas”, expresó.
Antes de ayer, los magistrados Miguel Angel Vilaseca, Karina Piegari y Esteban Melilli  absolvieron a Cristian Gregorio González,  quien estaba imputado del crimen en ocasión de robo de Solís.
Los jueces  consideraron que no fue “acreditada su intervención responsable en calidad de coautor”. Los jueces pidieron al fiscal Quidiello que “arbitre las medidas probatorias que estime corresponder a fin de agotar la investigación de la intervención de terceras personas en el hecho.”

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