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PERSONAJES DE NUESTRA CIUDAD

Aldo García López: “Con Abel Miguel hicimos una gestión municipal cristalina”

El ex titular de Hacienda repasó su trabajo al frente de la cartera y aseguró que en 2003 dejó un Municipio “equilibrado”. Además, habló de la crisis del radicalismo y cuestionó los acercamientos de Mario Meoni a Julio Cobos y Mauricio Macri.

Aldo García López nació en Junín, en el seno de una familia ligada tanto a la política como al deporte local. Cursó sus estudios primarios en la Escuela Normal y los secundarios en la Comercial, de donde aún conserva a parte de sus amigos.
En 1964 partió a Buenos Aires para estudiar la carrera de Contador Público en la UBA, pero el destino quiso que, una vez recibido, se quedara allí durante varios años.
De hecho, antes de obtener el título, García López ya había comenzado a trabajar y ello, sumado a los deseos de conformar una familia, hizo que el entonces flamante profesional se quedara ejerciendo en Capital, hasta 1998.
Fue entonces cuando decidió regresar a Junín, tentado por un ofrecimiento del entonces intendente, Abel Paulino Miguel, quien lo llamó a ser secretario de Hacienda municipal.
“En aquel momento, todos los chicos que se iban a estudiar, se iban a La Plata. Pero por cosa del destino, yo me fui a Buenos Aires”, cuenta.
“Después que me recibí, me casé y tuve a mis hijos allá. Mi ex mujer era juninense, pero no le gustaba mucho la ciudad, así que eso influyó para que no volviera”, agrega.
En cuanto a su incorporación a la política, asegura que se dio gracias a su padre, un hombre ligado desde siempre al radicalismo y que actuó como “puente” entre él y Miguel.
“Yo soy hijo único, tenía a mis padres grandes, me había divorciado y ya estaba con muchas ganas de irme de Buenos Aires por el incipiente problema de la inseguridad. Entonces, cuando se produce el tema del defalco y me llaman para ocupar la secretaría de Hacienda, me vine a una reunión y muy rápidamente arreglé mi incorporación al Municipio”, dice y agrega: “Yo a Abel no lo conocía; le dieron referencias mías gente que estaba en el Municipio y que me conocía de la época de adolescentes: Hugo Fusé, Oscar Peretti, Aldo Bassagaisteguy... Así fue como en pocos días me hice cargo”.

La gestión

El arribo de García López al gobierno se dio en un momento sumamente complicado: el desfalco municipal estaba en boca de todos los juninenses y había que revertir los errores cometidos por los funcionarios que lo precedieron.
“Había un tesorero -que después llegó a estar preso- que falsificaba transferencias y algunos fondos que eran para los salarios y demás iban a parar a su bolsillo. Eso generó un conflicto serio en el Municipio, porque fue un abuso de confianza. Yo llegué en ese momento”, recuerda.
Una vez apagado el fuego, vino un período de estabilidad económica, que duró hasta principios de 2001. Durante ese tiempo, las cosas parecían andar sobre rieles, pero la “tormenta” que trajo aparejada la caída de Fernando de la Rúa arrastró a las economías locales, que debieron hacer frente a una crisis sin precedentes.
“Cuando cayó De la Rúa, se produjo una crisis económica monumental que, obviamente, afectó nuestras cuentas. Así fue que teníamos que pagar parte de los sueldos con patacones y nos endeudamos con muchos proveedores”, afirma el contador y agrega que, por ese entonces, los salarios de los funcionarios locales debieron reducirse cerca de un 20 por ciento.
“La pasamos muy mal, pero por suerte pudimos salir de ese atolladero y en 2002 recompusimos la situación”, afirma.
En este sentido, asegura que a pesar de los malos momentos transcurridos, la gestión de Miguel dejó “un municipio equilibrado”, con un endeudamiento “razonable”.
“Salvo la situación con ese tesorero, nadie podrá decir que en nuestra gestión hubo algún problema. Al contrario, la gente que me ve en la calle me hace comentarios muy favorables de esa época. Hicimos una gestión cristalina”, sostiene y agrega que, a nivel personal, dejó sus funciones estando “económicamente peor” que al empezar.
Entre los logros obtenidos, García López destacó la eliminación del impuesto al valor agregado en las tasas de servicios sanitarios, hecho que se consiguió gracias a las constantes gestiones ante la Afip.

Su trabajo posterior

Una vez alejado de la función pública, el contador decidió continuar su vida profesional desde varios ángulos.
Por un lado, retomó su actividad docente, que había comenzado en la UBA, pero que por cuestiones familiares se había visto obligado a abandonar.
Así, se incorporó al equipo docente de la Unnoba, dando clases de micro y macro economía.
Además, gerenció durante varios años la Cámara de Pequeñas y Medianas Empresas del Noroeste de la provincia de Buenos Aires (Capynoba), para luego dedicarse de lleno al asesoramiento de empresas familiares y a la realización de cursos sobre este tema.
“El año pasado hicimos una jornada en Comercio e Industria con el licenciado Néstor Larraza. Y este año empezamos un taller de seis meses en el ciclo de extensión cultural de la Unnoba. Creo que el tema es muy importante y hasta ahora no está siendo bien abordado”, asegura.
En este orden, afirma que muchas empresas familiares suelen disolverse por problemas entre los socios y que, para evitarlo, es necesario elaborar un protocolo familiar.

Social y Sarmiento

El tiempo insumido por sus actividades profesionales no le impidió formar parte de dos importantes entidades sociales de la ciudad.
De hecho, García López participó de la primera comisión directiva que acompañó a Fernando Chiófalo al frente del Club Sarmiento -institución en la que su propio padre se destacó como futbolista- y fue presidente del Club Social de Junín, en el que había transcurrido gran parte de su adolescencia y juventud.

La UCR

En lo que a política se refiere, el contador siguió formando parte del Partido Radical de Junín, dentro del cual hoy integra la mesa directiva de la línea del “radicalismo auténtico”, opuesta a Mario Meoni.
Allí, comparte actividades con Julio Ginzo, Jorge Libonattim Marcos Amarilla, Abel Bueno, el doctor Vergara y otros militantes que –según manifestó- “priorizan la conducta partidaria por sobre las actitudes personales”.
“Hoy se prioriza el exitismo y el resultado, y el que pierde, desaparece. Nosotros, por el contrario, queremos volver a los valores y a los principios fundamentales, que son parte de la formación que viene de la familia”, sostiene García López.
“Por ahí nunca llegaremos a ser candidatos a la intendencia, pero vamos a seguir luchando por eso, porque creemos que es lo que va a reivindicar un poco la política”, agrega.
En este sentido, el radical se diferenció tanto de Mario Meoni como de Ricardo Alfonsín y aseguró que “con tal de ganar una elección”, muchos dirigentes se juntan con figuras que no tienen “nada que ver” con la ideología partidaria del radicalismo.
“Estamos convencidos de que las líneas políticas que se pueden acercar al radicalismo son las del socialismo de Binner o la de Stolbizer. Pero no las de De Narváez o la de Macri”, dijo y afirmó que, en vistas de las próximas elecciones, el radicalismo auténtico estará “a la expectativa” y dispuesto a disputar internas partidarias.

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