Julio Bocca

Cuando vino Julio Bocca a Junín, Rolando fue el encargado de afinar el piano para el pianista del Teatro Colón que venía con el bailarín. “Lo afiné a las 5 de la tarde –recuerda– y luego encendieron los reflectores e hicieron un ensayo. Cuando el pianista hizo un acorde, pegó un grito y dijo ‘con esto no toco’. Es que el calor de los ‘par mil’ modificó toda la afinación. Así que tuve que volver a hacerlo contrarreloj. Por suerte lo pude hacer y quedó bien”.

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