María Eugenia Vidal
En el radicalismo y en el PRO están que trinan contra la ley de María Eugenia Vidal.
PANORAMA PROVINCIAL

Las reelecciones de los intendentes son la cereza del postre legislativo

Si no surge un elemento imprevisto, un cisne negro que pudiera entorpecer la negociación que parece encaminada, Axel Kicillof se dirige a contar con Presupuesto votado por la Legislatura antes de fin de año.
El “supermartes” será el 28. En apenas dos días se sabrá qué nivel de consolidación tienen los acuerdos que de uno y otro lado del mostrador juzgan avanzados. Los mayores interrogantes pasan -más allá del tironeo por los recursos que dispondrán las comunas vía el Fondo de Infraestructura Municipal (FIM) que la oposición presiona para ubicarlos en torno de los 25 mil millones de pesos- por un tema que viene monopolizando la agenda política bonaerense y que tiene que ver con el límite a las reelecciones de los intendentes.
La embestida del Frente de Todos y de amplios sectores de Juntos recrudeció en las últimas horas. Un grupo de alcaldes de la UCR y del PRO compartieron un encuentro virtual del que surgió un pedido concreto para que se analice el tema de la “retroactividad”. La ley aprobada en 2016 durante la gestión de María Eugenia Vidal limitó a dos mandatos consecutivos la posibilidad de las reelecciones de los jefes comunales. Pero tomó como el de inicio el que los intendentes estaban cumpliendo a partir de 2015. Como unos 90 de los 135 cursan su segundo período desde 2019, en dos años no podrían volver a presentarse.
En el radicalismo y en el PRO están que trinan con esta situación. Celosos custodios de aquel legado político de Vidal pensado para ponerle freno a los barones del Conurbano, ahora ven cómo fue eludido sin esfuerzo. Peor aún: observan cómo terminaron siendo ellos mismos los únicos perjudicados por la ley ya que permanecieron en sus cargos. La protesta se hizo sentir también en La Plata a través de funcionarios municipales.
“Es injusto”, braman en los campamentos de los dos principales socios de Juntos. De ahí el reclamo a los legisladores para corregir la ley y que sea tomado como primer mandato el de 2019. De ahí también el nivel de beligerancia con que Vidal y su tropa legislativa salió a defender con un duro comunicado su ley en el que dejó a los intendentes de su propio partido del lado de la vieja política por insistir en modificar el límite a las reelecciones.
El Presupuesto, la Ley Impositiva -que contempla aumentos promedios del 35 por ciento con topes del 45 para propietarios de autos e inmuebles de alta valuación fiscal-, y la Ley de Ministerios para concretar los cambio en el G bonaerense anunciados hace dos semanas, forman parte de un paquete más amplio que incluye la cobertura de cargos en distintos organismos.
Serán cubiertas las ocho vacantes en el directorio del Banco Provincia, de las cuales tres quedarían para la oposición. Dos sillones serán para los radicales Carlos Fernández (exdiputado nacional y que viene con el empuje del armado oficialista del partido que conduce Maximiliano Abad) y Diego Rodrigo, que iría por un nuevo período, se dice, con el auspicio de Facundo Manes. El otro elegido es Bruno Screnci, exministro de Gobierno porteño y uno de los dirigentes de confianza de Diego Santilli.
Sin embargo, el máximo nivel de tensión aparece en torno de las reelecciones de intendentes y la polémica que las rodea, con la disputa abierta en el PRO como telón de fondo.

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