Lágrimas en el Nación

La salida de Carlos Melconian del Banco Nación sirvió hace ya diez días, para marcar la impronta que el presidente Mauricio Macri intenta darle a su gestión económica en este año electoral. El consultor económico, como buen soldado del PRO, acató la orden de liberar su despacho y mostró fidelidad con el titular del Ejecutivo. Veladamente, o no tanto, en la Casa Rosada, se habló -al igual que en el caso Prat-Gay- de falta de voluntad para “jugar en equipo”.
Melconian no quería dejar el cargo y lo disimuló (¿ocultó?) mientras pudo. El video que lo muestra llorando el día de su despedida y su lacónica frase “No me quería ir”, fueron más que suficientes para poner blanco sobre negro la realidad. 

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