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EMPRESA FAMILIAR

Para Bergonzi, se trata de un día muy especial para compartir en familia

La ferretería suele ser una actividad que se transmite de generación en generación. Es el caso de Bergonzi, que tiene su local en Primera Junta al 800 y lleva más de cuatro décadas de vigencia en la ciudad. Actualmente a cargo de Susana Castro, el comercio tiene pasado, presente y futuro. “Buena parte de mi historia familiar se encuentra aquí”, asegura la propietaria.

Con más de 40 años de trayectoria en Junín, para la ferretería Bergonzi el Día del Ferretero es   un baúl de los recuerdos. “Para mí, que estuve ligada a esto toda mi vida, es una fecha muy especial, porque gran parte de la historia de mi familia transcurrió aquí dentro”, confiesa Susana Castro, dueña y encargada del local, situado en Primera Junta 818.
“Mi abuelo lo compró  junto con sus tres hijos y desde chica me introduje en este mundo. Mis tíos se dedicaron al negocio durante toda la vida, hasta que finalmente decidieron retirarse y nosotros lo compramos”, rememora Castro, quien en la actualidad está a cargo de los destinos del mismo junto a su esposo, Gustavo Berho, y dos hijos varones, José y Sebastián.
El lugar se destaca por el orden y la prolijidad, cada artículo ocupa un espacio, según una clasificación determinada por su funcionalidad y tamaño. “Es importante que esté todo organizado porque la ferretería tiene que estar para darle al vecino lo que necesite”, explica la propietaria.
“En una ferretería hay objetos y piezas para todo tipo de clientes, desde los que trabajan en algún oficio que requieren algo  específico –plomeros, gasistas, pintores y demás- hasta quienes se animan a hacer reparaciones en el hogar por hobby. No importa qué clase de cliente cruce la puerta de entrada, seguramente encontrará lo que necesita”, asegura.
A pesar de ser un comercio barrial, que no es ausente a las dimensiones de las ferreterías industriales, Bergonzi nada tiene para envidiar a sus competidoras en lo que a diversidad de productos se refiere. “Tenemos martillos, clavos, tornillos, cajas de herramientas, ruedas, escaleras y muchos artículos más. Claro que seguramente existan ferreterías más completas, pero creo que estamos a la altura de lo que los clientes de Junín y zona necesitan en determinados momentos ", confía Castro.
Por otro lado admite que no son los mejores días para la actividad comercial, en términos de la realidad económica del país. "Sabemos que está difícil para todos y que hay gente que tiene que pintar la casa y piensa que no está en condiciones de afrontar el gasto y decide postergar el proyecto”, aunque, al mismo tiempo, afirma que el nivel de ventas en su local “es aceptable” y menciona a los productos ligados con el gas, como los calefones o los repuestos pequeños para las instalaciones, como los más demandados.
“La recesión se siente en todos los rubros, pero gracias a que llevamos muchos años de actividad comercial,  tenemos  una clientela estable,  que permite mantenernos”, expresa.
Por estos días y a partir de las obras de la autopista en la Ruta 7,   las constructoras que forman la Unión Transitoria de Empresas (UTE) que están ejecutando las obras adquieren materiales en nuestro local.

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