None
UNA PROBLEMÁTICA QUE PREOCUPA

Casos de menores en conflicto con la ley: el Estado llega cuando ya es tarde

Desde los ámbitos judicial, policial y político afirman que antes de apelar a lo punitivo, hay que trabajar más en prevención y contención. Consideran que no creció el delito entre los jóvenes y señalan que “es un mito” que no haya castigo para ellos. “Trabajamos de acuerdo a lo que dice la ley”, se defienden.

La detención de un joven de 17 años –ocurrida hace poco más de dos semanas– acusado de cometer una veintena de delitos volvió a poner en el tapete la problemática de los menores en conflicto con la ley.
En ese marco, las voces críticas sobre el accionar policial y principalmente el judicial, no se hicieron esperar.
No obstante, desde los sectores involucrados se hace hincapié en dos cuestiones: por un lado, se sostiene que los policías, fiscales y jueces no hacen más que cumplir con lo que la Ley les manda. Y por el otro, se apunta a analizar la situación desde una óptica más global, para advertir sobre un proceso de degradación social creciente y la falta de contención de los jóvenes.
“Se le pide a la Justicia más rigor con los menores, eso quiere decir que se apela al Estado sólo en su fase represiva: generalmente, un chico que comete un delito, antes pasó por otras instancias en las que fueron vulnerados sus derechos, que el propio Estado se compromete a garantizar, entonces no recibió la alimentación necesaria, o proviene de un hogar indigente, o dejó la escuela, o está en situación de calle, y durante todo ese tiempo el Estado estuvo ausente, pero cuando comete un delito queremos que aparezca con su poder punitivo; creo que la discusión es más amplia”, observaba esta semana un operador judicial ante este diario.
Es decir que se pide la intervención del Estado cuando ya es tarde, cuando el hecho ya está consumado, en lugar de reclamar por la contención social para los chicos en situación de vulnerabilidad.

¿No hay castigo?
En torno a los menores en conflicto con la ley, hay una idea instalada de que no hay castigo para los que delinquen, de que “entran por una puerta y salen por la otra”, o de que “no se les puede hacer nada”.
“Estuvimos hablando con el Fiscal General, Juan Manuel Mastrorilli, y nos explicó que las leyes los favorecen”, afirma el presidente de la Federación de Sociedades de Fomento, Osvaldo Giapor, y enseguida agrega: “Lo que nos molesta es que, si bien es cierto que hay que proteger al menor y que sus derechos son válidos, también es cierto que nosotros estamos sufriendo las consecuencias de que los chicos estén protegidos, y que a veces los mismos cometen varios delitos y podrían ser castigados por acumulación”.
Lo que hay, en realidad, es un tratamiento más flexible hacia los menores porque la legislación tiene en cuenta que están en un momento de desarrollo en el que no están definidas sus personalidades, por lo que la ley debe contemplar eso para tratar de reinsertar y socializar a esa persona.
Para Andrés Rosa, presidente de la Comisión de Seguridad del Concejo Deliberante, la impunidad de los que aún no cumplieron 18 años “es parte de un mito”, puesto que “el menor que comete un delito debe ser apresado y darle aviso inmediato al fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, los mayores de 16 años son punibles, lo mismo que los de 14 a 16 que cometen hechos graves, por supuesto que no van a una cárcel, pero no dejan de sufrir una pena”.
En ese marco, el fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil del Departamento Judicial Junín, José Alvite Galante, asevera que los agentes judiciales no hacen más que cumplir con lo que dicen las normas: “La gente tiene que saber que lo que se les aplica a los menores es el mismo Código Penal que el que se aplica a los mayores, pero con otras normativas que dan un plus de garantías. Y hay delitos que, si para los mayores son excarcelables, más tienen que serlo para los menores. Entonces no es que la Justicia o la policía no trabajan. Hay un conjunto de normas legislativas –Código Penal, Código de Procedimiento Penal, Código de Procedimiento de Responsabilidad Penal Juvenil– que nos dicen a nosotros esas cuestiones”.
En el mismo sentido se expresa el titular de la Policía Departamental, comisario mayor Miguel Zabala. “La policía trabaja codo a codo con el Poder Judicial –afirma–, tanto nosotros como los jueces y fiscales trabajamos de acuerdo a lo que dice la ley, hay un Código Penal que tenemos que respetar”.

Contención social
Siguiendo este razonamiento, uno de los pilares sobre los que debería trabajarse, entonces, sería el de la contención social.
Zabala considera que “hay un problema sociocultural que viene de años, en donde el menor, al no guiarse por sus padres, se descarrilla, pero no es un tema de hoy ni de ayer, se arrastra desde hace un largo tiempo”.
En su análisis advierte que, entre los menores que son detenidos, “el 80 o 90 por ciento no tiene una familia que haga de guía”.
En tanto, como operador judicial, la función de un fiscal como Alvite Galante es, además de determinar la posible responsabilidad penal de un menor acusado por la comisión de un ilícito, la de analizar las causas que llevaron al joven a esa situación, verificar si existe vulneración de sus derechos, y –eventualmente– brindarle las herramientas para que cese en forma inmediata esa vulneración: “El Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil cuenta con un cuerpo auxiliar técnico y profesional, tenemos el Centro de Referencia y los Servicios Locales, y todos trabajan para determinar si hay patologías, enfermedades, vulneración de cualquier tipo de derecho, es decir que hay muchos organismos y mecanismos que funcionan y articulan para atender estas cuestiones”.
Por su parte, Andrés Rosa sostiene que “los gobiernos locales tienen herramientas y recursos, que no siempre tienen que ver con lo presupuestario, como para atender esta cuestión”, pero advierte que no ve en la actualidad “ningún programa orientado a trabajar sobre la capacitación, los oficios, o la contención social de los menores”.

Delitos cometidos por menores
Para Giapor, el tema de los menores en el delito es “el problema más grave que hay en la ciudad” en materia de seguridad.
No obstante, desde los ámbitos policial y judicial no se percibe que haya en la actualidad una mayor cantidad de hechos cometidos por jóvenes en Junín.
“Uno podría decir que hay una mayor participación de menores en el delito, pero es algo que viene de años, no del último tiempo”, aclara el comisario Zabala.
En el mismo sentido, el concejal Rosa comenta que “ha habido casos muy puntuales, fundamentalmente con el robo de motos”, pero desde su percepción “no sale de lo que ha sido la media en los últimos años”.
Finalmente, Alvite Galante explica que “si uno lo analiza como una curva ascendente o descendente, hay etapas donde se producen mesetas, hubo picos en 2012, 2013 y 2014, con mayor cantidad de delitos, o más violentos, y después esa curva bajó y se mantuvo en una nueva meseta en los últimos tiempos”. Y puntualiza: “Como es de público conocimiento, en el último tiempo hubo robos o hurtos de motos en la vía pública donde han participado menores y mayores, pero es algo que siempre se dio”.

COMENTARIOS