SANTIAGO DEL ESTERO

Por el crimen de una maestra comienza juicio a cuatro hombres y una mujer

El asesinato fue en junio de 2012. La maestra Leda Raimundi Corral fue descuartizada en un camino vecinal de la localidad santiagueña de Villa Robles.

Los acusados son Lucrecia Ledesma (34), sindicada de pertenecer a una secta y conocida como "Mae"; su hijo, Luis Ledesma (18); su pareja, Guillermo Pereyra (27); Gabriel Brandán (19) y el novio de la víctima, Mario Rojas (37), quienes llegan al debate procesados por "homicidio triplemente calificado por el concurso premeditado de dos o más personas, por alevosía y ensañamiento".
El juicio estará a cargo de la Cámara en lo Criminal de Segunda Nominación, presidida por Juan Carlos Storniolo e integrada por Osvaldo Pérez Roberti y Graciela Viaña de Avendaño, mientras que Norma Morán representará al Ministerio Público Fiscal.
Durante la instrucción judicial, se determinó que la "Mae" Ledesma y su hijo Luis practicaban ritos diabólicos, "servicios" que fueron solicitados por Rojas para lograr "una limpieza espiritual" de la docente, que había decidido finalizar una relación sentimental con él.
De acuerdo a la autopsia realizada al cadáver de Raimundi Corral (38) y a las declaraciones de los procesados, el 14 de junio de 2012 la víctima fue dopada con un medicamento inyectable en las cercanías de un motel del Santiago del Estero Golf Club, en la zona norte de la capital santiagueña.
En el lugar, al que la mujer había concurrido con el remisero Rojas, fueron interceptados por un auto en el que conducían "El Turco" Pereyra, Lucrecia Ledesma, su hijo Luis Esteban y Brandán.
Peritos forenses constataron que los asesinos seccionaron el brazo derecho, el maxilar inferior y ambos senos de la mujer, además de inflingirle dos cortes en el parietal izquierdo, arrancarle el cuero cabelludo y abandonar el cadáver, que presentaba gran cantidad de incisiones en el rostro y en el resto del cuerpo.
Además, al lado del cuerpo se hallaron las prendas de vestir de la mujer y otros efectos personales.
Según pudieron averiguar los pesquisas, cuando estaban en pareja, la maestra denunció a Rojas en diversas oportunidades por maltrato físico, por lo que pesaba sobre él una orden de restricción perimetral.
La madre de la víctima, Lidia Esther Corral, dijo: "No veo la hora de que empiecen las audiencias y se haga justicia, pasó mucho tiempo y cuando vi a los asesinos en una audiencia preliminar, sentí un profundo dolor, el corazón me quería salir de tanta bronca e impotencia".
La mujer indicó que "los asesinos de Leda deben ser condenados con la pena máxima porque dejaron sin madre a dos niños que aún preguntan por ella".
"Yo sé que no me van a devolver a mi hija, pero quiero y reclamo justicia por lo que le hicieron y para la tranquilidad de todos, que no salgan más de la cárcel", concluyó la mujer, que vive con sus nietos e hijos de la víctima, Sofía y Joaquín Moreno.
La maestra jardinera tenía a su cargo la sala del jardín de infantes número 804, ubicado en el barrio Mariano Moreno de la capital santiagueña, bautizada "Ángel de Luz", en homenaje a Leda.

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