OPINIÓN

Las mujeres queremos, podemos y sabemos

Mientras en la Cámara de Diputados bonaerense se debate la reforma electoral, y en Senadores, la ampliación del cupo femenino de la Corte Suprema de la Nación, es un momento propicio para reflexionar sobre la necesidad de construir una sociedad igualitaria y desterrar de una vez y para siempre los prejuicios hacia la mujer, a quien se le suelen exigir idoneidades que en los varones no se discuten.
A través de la historia, las razones por las que se les negaba a las mujeres estudiar, trabajar o votar fueron siempre las mismas, que no querían, no podían o no sabían, desvalorizando el rol de las mujeres.
Desde el discurso de la publicidad se reproducen muchas veces, incluso, estereotipos que terminan reforzando las desigualdades de género, naturalizando preconceptos y estigmatizaciones, que coadyuvan a la discriminación.
Estudios publicados por distintas universidades del país, demuestran que el 60 por ciento de los graduados son mujeres, quienes además finalizan sus estudios en menos tiempo y con mejores promedios.
Por ejemplo, en la carrera de Abogacía, no solamente la mayoría son mujeres, sino que esa misma proporción se refleja luego en los estamentos más bajos del escalafón judicial, para ir disminuyendo hacia el vértice de la pirámide, donde nos encontramos con la Dra. Highton entre cinco miembros de la Corte que acaban de integrar.
Con miras a forjar una sociedad igualitaria, creemos que es necesario empezar por hacer visible esta problemática y adecuar el marco jurídico a la emancipación definitiva de las mujeres. Porque al igual que los hombres, las mujeres queremos, podemos y sabemos.

(*) Diputada provincial por el Frente Renovador. 

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