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FÚTBOL

Oscar Pedro Cullerton: “El pata blanca”

Mediocampista, ídolo de Ambos Mundos en los ´60.

Nací en Junín el 10 de julio de 1944, en el barrio de Villa Talleres, tierra de campitos de fútbol.
Fui a la escuela 41. En ese tiempo no había juegos intercolegiales, ni tampoco estaban los famosos juegos Evita. Había algo parecido pero recién se vislumbraba hacia donde quería apuntar deportivamente el gobierno de esos tiempos.

Nací de la panza de mi vieja con la pelota en la mano. Yo jugaba en los campitos, con todos los chicos del barrio. A veces íbamos a jugar contra otros equipos que se armaban en barrios más alejados para romper la monotonía.

En ese tiempo en la pista del club Ambos Mundos se armaban unos partidos de baby fútbol que eran impresionantes, hasta había campeonatos oficiales. De ahí sacaban jugadores para todos los clubes. Tenía alrededor de diez años.

En la cancha de BAP estaban los campeonatos más grandes, se hacían en la cancha de hockey. Nosotros teníamos un equipo muy fuerte representando al club Ambos Mundos. Pero enfrente teníamos un rival de gran fuste que se llamaba “As de Espadas”. Eran chicos del Club BAP.

Fiché para Ambos Mundos. Hice las inferiores. Estaba a cargo un señor de apellido Saucich. Antes no eran técnicos de fútbol, se los llamaba delegados.

Además estaba Mario Ciampagna que nos hacía de masajista y aguatero. Llegamos a ganar algún campeonato de inferiores, pero era muy difícil. Había grandes equipos en Junín.

En 1961 recuerdo que salimos campeones de cuarta división, fue todo un acontecimiento.

Además gané el primer campeonato de primera división de la historia de Ambos Mundos, en 1963. Jugaban Di Sascio, Chávez, Morales que era oriundo de Salta, Pérez, Marengo, Fernández, Franchi, Ochoaispuro. Atajaba el Teco Delgado.

Jugando un nocturno en la cancha de Sarmiento salté a cabecear una pelota y caí muy mal. Los médicos de Junín me dijeron que no podía jugar más a la pelota. Hasta tiré los remedios en el tacho de la basura cuando llegué a mi casa.

Los dirigentes de Ambos Mundos me llevaron a todos lados. Estuve hasta en la Asociación del Fútbol Argentino para solucionar el problema. Y lo solucioné, seguí jugando sin ningún tipo de inconvenientes.

Las canchas eran pozos y pozos, botines sin tapones, te quedaban grandes, pantalones que te quedaban cortos. Era una lotería. Pero jugábamos igual. No alcancé a jugar con la pelota de tiento.

Las canchas se llenaban porque no había otra actividad para hacer en la ciudad, no se televisaban los partidos de ninguna parte del mundo. Entonces acá era pasión el fútbol. Contra Rivadavia llenamos varias veces la cancha de Sarmiento.

Cuando yo salí de la lesión que me habían sacado el yeso, fui a ver un partido a la cancha de Rivadavia, un domingo. No tenía el alta médica y a Ambos Mundos le faltaba un jugador, Franchi. Hacía tres meses que no jugaba y encima me había hecho una panzada con los ravioles de mi vieja. Me pusieron una camiseta y jugué parado, de wing izquierdo. Ganamos 2 a 1. Normalmente era mediocampista, me gustaba llevar el fútbol.
Yo trabajaba en una tienda de ropa y no tenía tiempo de ir a practicar. Salía a las ocho y media y me iba a dar una vuelta a la cancha, corría un rato. Ese era prácticamente todo mi entrenamiento.

De cualquier manera lo compensaba con una dieta saludable. No tomaba ni fumaba, era liviano de peso, lo que me favorecía mucho.

Con mi hermano a los 21 años tuve la oportunidad de irme a probar a Estudiantes de La Plata. Me dieron una biaba de gimnasia que me mataron. No estaba acostumbrado.  Al otro día, que fue el partido, no podía levantar las piernas. No veía la pelota, no sentía las piernas, nada.

Mi hermano quedó en Estudiantes, yo me volví a Junín.

Ganamos con Ambos Mundos el campeonato de 1967 y cuando ya dejé de jugar al fútbol me retiré campeón con un nocturno en cancha de Moreno en 1983.

Ya tenía negocio propio. Tuve  oportunidades de jugar en la zona pero las rechacé. Igualmente jugué siempre en las peñas y hoy en la actualidad cuando puedo me prendo en algún picado. Nunca dejé el fútbol, si paso al lado de una pelota y no la toco, no soy yo. Y con 72 años juego al tenis.

Es normal que hoy no salgan jugadores. Computadoras, celulares, falta de campitos. Igual el que le gusta jugar al fútbol busca un campito. Lo que pasa que en el grupo por ahí hay uno solo que sale futbolista y los otros no lo acompañan.

¿Maradona o Messi? Taqueta Barrionuevo. Un monstruo. Si hubiera sido más compenetrado en lo suyo pasaba a la historia de la historia. Yo lo admiraba. Le faltó conducta. Igual me quedo con Messi antes que Maradona.

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