Joven armado con un cuchillo asaltó a un taxista y le robó

Otro taxista vivió momentos de zozobra al ser asaltado por un sujeto que utilizó un cuchillo para amedrentarlo y robarle luego la recaudación y un teléfono celular, ayer a la mañana.
Minutos después, la rápida intervención policial logró dar con el delincuente a pocos metros de donde había consumado el ilícito y el individuo quedó detenido.
Sin embargo quedó flotando una fuerte preocupación por una sucesión de casos similares que se vienen registrando en las últimas semanas.
Guillermo Horacio Sayago, víctima del ilícito de ayer, habló con Democracia y dio detalles del tenso episodio que le tocó vivir. “Alrededor de las ocho y cuarto de la mañana apareció en la parada un joven de unos 22 años requiriendo un taxi y justo me tocaba el turno de salir a mí. Me pidió que lo llevara hasta Intendente de la Sota y Arquímedes, pero cuando llegamos a ese lugar me dijo que doblara a la derecha, luego a la izquierda y el viaje continuó así un largo rato, por distintas calles, según me guiaba el cliente”, comenzó relatando el taxista. A continuación Sayago describió que antes de llegar a la esquina de Telésforo Chávez y Calp le pidió “por favor” al pasajero que le especificara adónde quería ir, a lo que este le respondió “bajame acá nomás”.
“Frenamos, paré el reloj, me preguntó cuánto le costaba el viaje, le respondí y después de un momento de hacer movimientos como buscando la plata para pagarme, me rodeó y apretó con el brazo el cuello contra el asiento y con la otra mano me hizo sentir el filo de un cuchillo contra la garganta. Me pidió la plata y el celular, se los di y me dijo que me fuera y que no mirara para atrás. Arranqué y a los cincuenta metros avisé a la parada que me habían asaltado, para que se comunicaran con la policía”, siguió comentando Sayago.
El taxista narró que por el espejo observó los primeros movimientos del ladrón y ello le permitió no perderle pisada en los posteriores desplazamientos realizados por el delincuente, factor que permitió que al cruzarse con los policías los pudiera orientar para dar con el individuo.
A los pocos minutos, dos agentes –un hombre y una mujer- dieron con el malviviente a cincuenta metros de donde había efectuado el robo, lo detuvieron y Sayago recuperó los bienes que le habían sustraído.
“Gracias a Dios terminó todo bien, pero creo que nos vamos a tener que juntar todos los trabajadores de esta actividad y ver qué medidas se pueden tomar, ya que dos horas antes de que me robaran a mí le ocurrió lo mismo a un colega de la parada del barrio Foetra y hace quince días a un compañero mío”, expresó Sayago con visible angustia.