ASEGURÓ QUE HAY 1000 PLANTAS DEL ARBOLADO URBANO EN MAL ESTADO

Frittayón dijo que la tala de árboles en el Parque Borchex fue por seguridad

“Obedece a una necesidad: ¿qué pasaría si aplastan a una persona?”, se preguntó. Indicó que se van a extraer 61 y serán plantados unos cien nuevos. El Municipio espera recibir 5000 árboles de la Dirección Forestal bonaerense.

Tal como informó Democracia en su edición del sábado, concejales del Frente Renovador cuestionaron al Gobierno municipal por la poda de árboles en el Parque Borchex, denunciando que se estaba haciendo como “tala indiscriminada de árboles”.
Por su parte, Democracia confirmó en el lugar que efectivamente se estaba talando un gran número de árboles, por lo cual se consultó al secretario de Obras y Servicios Públicos de la Municipalidad, Diego Frittayón, quien aseguró a este medio que la medida respondió a cuestiones de seguridad y a un plan de reforestación y renovación de especies. El plan en cuestión, explicó, seguirá además en distintos lugares de la Ciudad con la plantación de árboles de especies autóctonas como álamos, eucaliptos y sauces, proporcionados por la Dirección Forestal de la provincia de Buenos Aires.
En lo inmediato, se van a extraer 61 árboles, eucaliptos en su mayoría, del Parque Borchex, que van a ser reemplazados por 100. En tanto que, para mediados de agosto, el Municipio espera recibir 5000 árboles desde la Dirección Forestal bonaerense.

“Mil en mal estado”

“Cuando arrancamos con la gestión –recordó el arquitecto Frittayón-, lo primero que hicimos fue pedir informes a todas las áreas del Municipio, entre ellas la de Arbolado Urbano, para saber en qué situación encontrábamos la ciudad, más allá del diagnóstico que habíamos hecho en la etapa de la Fundación.  Por entonces, el ingeniero Darío Altamiranda, que era encargado de dicha área en la anterior gestión y hoy sigue en el mismo puesto, nos informó un detalle de 1000 plantas del arbolado urbano en mal estado, haciendo hincapié en el arbolado del Parque por la gravedad que la situación implica en cuanto a la posibilidad de que alguna rama de gran altura cayera y produjera un daño a las personas”.
“Una vez que Altamiranda nos informa esto, nosotros dimos intervención a la Unnoba y al Colegio de Ingenieros Agrónomos. Nos preocupaba, por un lado, la situación de peligro y, por otro, cómo iba a quedar el Parque recreativo sin esas plantas”.
Siguiendo el relato, el secretario indicó que tanto los organismos consultados como “la ingeniera forestal Ana Clara Cobas coincidieron en la necesidad urgente de sacar esos árboles. Cada informe de ellos está incluido en un expediente porque, por un lado, sabíamos que intervenir esa manera generaba que el Parque perdiera mucha densidad de arbolado y, no hacerlo, significaba un riesgo enorme para las personas que hacen uso de ese lugar. Los informes concluyeron en que había que sacar 61 árboles”, afirmó Frittayón.

Sin maquinarias ni recursos
Ante la necesidad de sacar los árboles en cuestión, según relata el propio secretario de Obras y Servicios Públicos, apareció con el inconveniente de la falta de maquinaria municipal para hacer el trabajo de poda a gran altura.
“Uno puede ver los troncos de las bases, en general, en buen estado. Pero hacer la poda a tal altura requiere una grúa importante que no tenemos. Ni siquiera las grúas para alumbrado alcanzan. Estamos hablando de ramas, muy grandes, que están a 12 ó 13 metros de altura. Entonces es necesario hacer ese tipo de extracción”, dijo.
Para el funcionario otro inconveniente a salvar era el económico. “Tenemos un problema económico-financiero importante en el Municipio y contratar ese trabajo era imposible. Cotizamos con dos o tres proveedores de grúas para gran altura y pasaron un número que es imposible afrontar”, afirmó.

La tala
En vista de lo anterior, Frittayón explicó que existía la necesidad de podar los árboles a gran altura, pero resultaba económicamente imposible hacer frente a la contratación de empresas especializadas.
Ante ello, según explica el secretario del área, surgió la posibilidad de acordar con una persona, Andrés Cernada, que se había ofrecido a extraer los árboles a costo cero para el Municipio, a cambio de quedarse con la madera obtenida.  
“No es una empresa grande. Lo que hace Cernada es ir ‘bajando’ los árboles, que son eucaliptos, saca la leña que tiene determinado tamaño y deja los troncos grandes. Esta semana tiene alquilado un camión con una pluma, los carga y se los lleva. Obviamente el negocio de él está en vender esa madera. No está haciendo el trabajo gratis”.
“Cada árbol que saca esta persona (por Cernada) fue marcado por el Colegio de Ingenieros Agrónomos. Por otra parte, ya tenemos comprados 100 árboles para reforestar el Parque”, afirmó.

Reforestación

“Para reforestar gestionamos ante el INTA y la Dirección Forestal de la Provincia. Estaremos recibiendo a mediados de agosto unos 5000 árboles que son álamos, eucaliptos y sauces. Dependiendo del tamaño de cada planta que recibamos vamos a plantarlo directamente en espacio público o, en su defecto, en un espacio estatal para fertilizarlo para que tenga un crecimiento mucho más rápido y hacer un traspaso el año próximo. Si tienen un tamaño considerable se reforestará el Parque Borchex, la avenida de Circunvalación, el Camino al Balneario, el Camino Costero y algunos sectores del espacio verde de la ciudad”, explicó Frittayón.

Una necesidad

Según lo manifestado por Frittayón, la Municipalidad quiere dejar en claro que “una de las premisas que teníamos al inicio de la gestión era el arbolado público. Hacía muchos años que no se podaba y había falta de mantenimiento. De hecho, el primer sábado después de asumir, se cayó un árbol en avenida San Martín y aplastó un auto. Al mes de eso, se cayeron dos o tres árboles en calles Sarmiento y Bernardo de Irigoyen. Todo eso está respaldando lo que sabemos. Si hay árboles que se caen sin viento es por mal estado”.
“El hecho de sacar esos árboles del Parque Borchex –dijo- obedece a una necesidad: ¿qué pasaría si el día de mañana caen algunas de estas grandes ramas y aplastan a una persona? La gente va a decir que fue negligencia, que sabíamos y no hicimos nada para evitarlo.
Esto es como una obra: requiere su tiempo. En toda obra hay que estudiar el costo y beneficio, lo más sano para una gestión, viéndolo desde el punto de vista político, hubiera sido contratar una empresa grande. Hubiésemos tenido un costo importante, el trabajo se hubiese hecho en una semana y nadie se hubiera dado cuenta. Lo que hicimos fue pensando en los recursos públicos, en la seguridad de la gente y en generar una forestación del Parque pensando en 15 a 20 años, lo cual tendría que haberse pensado hace 12 años, cuando el Municipio quitó varios árboles del Parque y no reforestó”.

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