CENTROS TRADICIONALISTAS

El sentir gaucho de la pampa húmeda, en los desfiles y fiestas de la Región

Las agrupaciones tradicionalistas “La Desolada”; de Saforcada, “El Bragao”, de Junín; y “El Centenario”, de Agustina, cuentan el esfuerzo que hacen para mantener vivas las costumbres gauchescas.

Los centros tradicionalistas mantienen viva y actual la tradición gaucha de nuestra región. Si bien su actividad principal se centra en los desfiles y fiestas patrias, donde todos sus integrantes lucen sus vestimentas gauchas siempre montados a caballo, las vivencias de estas agrupaciones van más allá. La esencia está en el compartir la tradición con amigos y en familia.
Es que quienes conforman dichos centros o agrupaciones, disfrutan junto a pares el mismo sentir criollo, en su más amplia expresión. Es así que, frecuentemente, en las fiestas tradicionales gauchescas, los músicos folclóricos y los bailarines de danzas argentinas aportan en su arte, arte que es apreciado por todos, más aun si van con las familias.
Y no se trata solo de lucir una bombacha  y corralera, o una pollera ancha, según quien fuere, ni tampoco montar un caballo trasponiendo el desfile, sino que el antes y el después también cuentan. Los preparativos de las vestimentas, de los caballos, el traslado hasta el lugar del festejo o desfile, y el compartir luego una comida criolla, un baile o un canto folclórico, es lo que muchas veces les entusiasma.
La Agrupación Gaucha “La Desolada” se formó en Saforcada hace aproximadamente 12 años. Osvaldo Daniel Astrada, presidente de dicha agrupación, al ser entrevistado por Democracia, manifestó que siempre tratan de ir a los desfiles y  fiestas patrias.
Desde hace un tiempo organizan en Saforcada la populosa Fiesta del Peón Rural, que incluso ya tiene su monumento propio. Astrada cuenta que hace cinco años empezaron a organizar esta fiesta. “La primera vez pusimos la piedra fundamental y al otro año, inauguramos el monumento; y también hicimos uno en homenaje a Las Malvinas. La Fiesta del Peón Rural empieza a la mañana con un desfile de la escuela y el jardín de infantes. Este año vinieron la banda militar, las colectividades, centros tradicionalistas, autos antiguos, etc. También hubo carrera de sortija. La idea es que año a año se vaya superando”, explicó.
“Vienen agrupaciones de Vedia, Alem, Laplacette, Agustina, de distintos pueblos. Ya los conocemos todos y siempre vienen al desfile. Las familias siempre participan, vienen con los chicos, en sulky”, dijo.
“Esto es un sentimiento y una costumbre a la vez. Los que somos de campo, y yo hace 36 años que hago trabajo rural, sabemos lo que es. Por otra parte, también nos actualizamos, somos ‘gauchos modernos’, tenemos celular y usamos tecnología”, explicó Astrada.

“El Bragao”
La Agrupación Gaucha “El Bragao” hace siete años que se creó en Junín. Luis Alberto Montiel, de la mencionada entidad, explicó que si bien en este Bicentenario no desfilaron en nuestra ciudad, sí lo hicieron en Bragado.
“Somos diez integrantes, todos vivimos en distintos barrios de la ciudad y solemos reunirnos en la casa de algún integrante. Durante el año vamos a desfilar donde nos inviten, arrancamos con Saforcada, después vamos a Agustina,  Ascensión, Vedia, Bragado, Lincoln. El año pasado fuimos a Rojas. Desfilamos siempre a caballo,  entonces alquilamos un camión para el traslado”, dijo a diario Democracia.
“Es un gusto que nos damos, pero a veces caro porque tenemos que pagarnos todo: flete y comida en los eventos, más el mantenimiento de los caballos (cuidados veterinarios y comida). Todos estamos vestidos igual, desde el sombrero hasta las botas. Más allá de que esto es para nosotros un hobbie, porque nos gusta, lo tomamos muy en serio y tratamos de ir lo más arreglados que se pueda”, manifestó Montiel.
“Tratamos que nada de las tradiciones gauchescas se pierda, y por suerte, nada se perdió. Si bien hay lugares, como en Junín, que no te permiten hacer desfiles, salvo que lo organice el Regimiento militar. Hace cinco años organizamos uno para el 9 de Julio, que salió muy bien. Vinieron como 300 caballos, pero fue una lucha porque hasta último momento no se podía hacer. Nos piden policía para seguridad, ambulancia cada 200 o 300 metros, sonido. Y todo, todo por cuenta de nosotros. Todo tenemos que pagar nosotros”, afirmó.
“Cuando vamos a desfilar a otro lado, generalmente nos dan el almuerzo y nos venden tarjetas para la familia. Es una salida familiar para nosotros, vamos con nuestras mujeres, nuestros hijos, entonces es un día familiar, más allá que uno va y desfila. Disfrutamos del almuerzo, de la música folclórica. Para quienes nos gusta, es un día de relax, de disfrute de la mañana a la noche”, aseguró.
“En nuestro caso, no trabajamos en el campo, tenemos distintas ocupaciones, somos trabajadores pero no rurales. Yo tengo 56 años y desde los 20 ando en los desfiles”, acotó.

“El Centenario”
El centro tradicionalista “El Centenario” es de Agustina. El presidente de la comisión directiva es Daniel Mignacco, a quien acompaña su hijo Daniel Andrés.
“Tenemos comisión directiva por cuestiones organizativas – explicó dijo Andrés Mignacco a Democracia- y para tener un beneficio, juntar dinero para viajar. Hacemos rifas para comprar sortijas, juegos de rienda y lo que haga falta. Además, para poder pagar el camión a fin de trasladarnos cuando haga falta”.
Para Mignacco un centro tradicionalista es la continuidad de nuestra cultura, nuestra tradición, que es la de andar a caballo, también escuchar o interpretar música folclórica. “Acomodamos bien los caballos para cuando tenemos que desfilar y de paso representar a nuestro pueblo”, acotó el entrevistado.
“Nos mantenemos a través del tiempo. A uno le gusta porque nació en esto, de chico anduvo a caballo y, en mi caso, vi a mi padre trabajar con hacienda. Es algo que nos gusta, es lo nuestro. Al centro tradicionalista también lo hicimos para que los chicos sepan andar arriba de un caballo, cómo se usa y cómo se cuida, y muchas cosas más. Queremos conservar nuestras costumbres, si hasta en las estancias mismas ya no se anda tanto de a caballo, ahora van en cuatriciclo o en moto, porque  hacen más rápido”, manifestó Andrés Mignacco.

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