Tres jóvenes arquitectos que sueñan con ser parte de la historia de Junín

"Vamos a proponer hacer un monumento y queremos que la comunidad sea partícipe de este momento. Queremos que sea algo importante, que nos marque como juninenses”, anunciaba el intendente Pablo Petrecca, a finales de mayo pasado, en el lanzamiento oficial del concurso de la Escultura Conmemorativa al Bicentenario de la Patria.
En ese momento, tres arquitectos de Junín que habían estudiado juntos en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) coincidieron a la distancia en que era la oportunidad de realizar algo grande. Sin embargo, fue Lucila Ossola quien tomó la iniciativa y envió un mensaje a sus colegas y amigos Damián Almozni y Agustina Vila, para invitarlos a poner mente y manos a la obra.
Desde allí, todo ocurrió muy rápido. Largas noches de reuniones para desarrollar la idea y una vigilia la jornada previa a la presentación para ultimar los detalles. El viernes pasado, Petrecca fue el principal orador del acto que los consagró como ganadores.
El futuro monumento, que estará ubicado en la rotonda de avenida Circunvalación y Álvarez Rodríguez, consistirá en dos pirámides invertidas, separadas desde la cúspide, que en realidad es la base, por una distancia suficiente para que entre ambas se forme una tercera pirámide virtual, cuyas caras interiores estarán revestidas por láminas espejadas.
El objetivo es que los observadores puedan introducirse allí y redescubrirse a sí mismos en la historia de los 200 años de la Patria y, de ese modo, resignificar el sentido de pertenecer al mundo. En su visita a la redacción de Democracia, los autores del proyecto reconstruyeron los momentos salientes de su experiencia.

-Se reunieron para participar del concurso pero, ¿cómo es su vida profesional en la cotidianidad?
Agustina: -Damián y yo somos socios en nuestro estudio (Almozni y Vila) y Lucila tiene el suyo con Alejandro Lencina (Ossola y Lencina). Nos dedicamos a obras de pequeña y mediana escala. Ampliaciones, viviendas, refacciones.
Lucila: -Trabajamos mucho. Nos asesoraron el padre de Damián, Alberto, que es ingeniero, y Alejandro (Lencina), que hizo una maestría en construcciones. Pasamos varias noches sin dormir. La noche previa a la presentación “pasamos de largo” para ultimar los detalles. Se puede decir que volvimos a la época de la facultad, como si hubiésemos tenido que estudiar para rendir exámenes.
Damián:- Era interesante la posibilidad de juntarnos para una actividad que nos sacara de la rutina y poner en juego la creatividad y la intervención en el espacio público.

-Explicaron que la idea fue invertir la pirámide para representar el poder popular (la base) en lo más alto, ¿en qué se inspiraron?
D:- Es el resultado de un proceso. Hicimos un estudio crítico de muchos monumentos, entre ellos el obelisco y la Pirámide de Mayo. Tuvimos en cuenta que históricamente la imaginación política nacional fue representada verticalmente y el desafío era revertir el orden de las cosas.
L:-Más allá de que la idea fue evolucionando, hay que remarcar que fue un proceso muy intensivo, porque no tuvimos mucho tiempo. Aproximadamente un mes.

-En términos materiales, ¿cómo se compone la obra?
A: -El monumento estará construido de hormigón, una estructura simple, económica, es un material que no requiere mantenimiento. Y será una estructura hueca. Los espejos serán de placas de aluminio, resistentes a los impactos.
L: -Las pirámides serán de ocho metros de altura. Si bien parecen muy imponentes, teniendo en cuenta el lugar en el que el monumento estará emplazado y la escala a la que será percibido, no es demasiado alto. Es una escala acorde al escenario.
D: -Cuando pensamos la forma de escala invertida también consideramos otros factores. Por ejemplo, que no obstruya la visual de los autos, el tema de los reflejos, procuramos que los espejos no dificulten la visión de los automovilistas.

-¿Por qué creen que fue considerado el mejor proyecto?
A: -Logramos una interesante composición tanto del monumento como de su relación con el espacio en el que estará emplazado. Además, quien lo contempla construye su propia reflexión. Es ahí donde la propuesta se vuelve participativa, que es lo que creemos que el jurado más valoró.
D: -Hay una contundencia en el lenguaje, mucha claridad en el sentido que se intenta transmitir.

-¿Lo pensaron como un monumento político o la prioridad era la cuestión arquitectónica?
A: -Por supuesto que tiene una carga conceptual muy fuerte y eso lo tuvimos en cuenta desde el comienzo. La síntesis sería que nosotros somos los responsables de construir la libertad desde el Bicentenario hacia el futuro.
L: -La parte arquitectónica también fue muy bien planificada. El monumento se inserta en el eje histórico de Junín, la Plaza 25 de Mayo, la Plaza 9 de Julio, la rotonda de acceso a la ciudad y parque Brochex.
D: -La mirada política y social está contemplada desde el comienzo. Fue un abordaje integral.

-¿Cómo sigue el tema? ¿Hay fecha para el comienzo de la construcción del monumento?
D: -El concurso no es vinculante, era sólo de ideas, así que no lo tenemos claro. Pero se comprometieron desde el municipio a seguir en contacto y nosotros también queremos involucrarnos para que se preserve el sentido original de la propuesta.
A: -Recibimos de la comunidad muestras de mucho interés. Los vecinos quieren saber qué se va a hacer, cuándo se va a hacer.

-¿Los moviliza la posibilidad de formar parte de la historia de Junín?
D: -Sí, claro. Ese es el verdadero premio.  
L: -Exactamente. Si bien hubo una retribución económica, fue más bien simbólica. Nosotros buscábamos otra cosa en este concurso. Nos interesa participar en la construcción del espacio público.