Club Social de Junín: El sentimiento y la tradición familiar

El Club Social de Junín tiene una historia inmensa, de esas que difícilmente se puedan contar en pocas líneas. En sus primeros años de vida, en la sede de Rivadavia y Remedios de Escalada, se gestaron los grandes debates políticos de la época. Durante décadas, ese espacio fue el punto de encuentro de las principales personalidades.
Pero con el paso del tiempo se fue escribiendo otra historia. La apertura de espacios para la práctica del deportes generó una gran renovación. Hoy, la vida social del club es rica en integración y desarrollo, logros importantes que se han sumado a ese gran espíritu familiar que estuvo siempre.
En diálogo exclusivo con Democracia, el actual presidente y su vice, Arturo Crosetti y Juan Pablo Itoiz, brindaron los principales detalles de la realidad que atraviesa el club, rememoraron el sentimiento de pertenencia y aseguraron que el principal objetivo es lograr una mayor participación de los asociados.

- ¿Qué conocen de la historia del club?
AC- En sus inicios el espacio estaba muy relacionado a los encuentros de la actividad política y pública. Había un núcleo de personalidades que se reunía en este lugar. Pero a lo largo del tiempo eso fue cambiando, se compró el predio que hoy está ubicado en Bartolomé Mitre y Avenida Circunvalación; y allí comenzó el desarrollo de varias actividades que le hicieron muy bien al club. Después se construyó un natatorio, canchas de fútbol, de tenis y hasta tenemos una de básquet. Después, cuando asumimos en la administración del predio de Comercio e Industria, en ese espacio pudimos construir las canchas de hockey que hoy en día tan bien representan al club. Es nuestra nave insignia.

- ¿Dónde se centralizan sus mayores esfuerzos?
AC- En conseguir recursos. Mantener este edificio que tiene más de 100 años es un gran trabajo y tiene un gran costo. Es un edificio con unas características únicas, desde lo edilicio y también por su ubicación. Es muy costoso su mantenimiento como también el del natatorio. Pero bueno, son gastos importantes que tenemos que cubrir y para eso estamos.
JPI- A lo que dice Arturo le agregaría el esfuerzo que demanda en nosotros buscar constantemente la participación de los socios. En todos los clubes pasa lo mismo, hay personas que se acercan por alguna actividad pero que no se involucran en las cuestiones generales. Bueno, para nosotros es importante la participación y por eso estamos muy atentos a eso, a querer sumar constantemente. Por suerte lo venimos logrando y eso se nota en el recambio que hemos tenido en las comisiones.   

- ¿Cómo les gustaría ver al club dentro de unos años?
AC- Por suerte, considero, hemos sufrido una evolución. Antes el lugar era un tanto selectivo, donde las cuestiones políticas ocupaban un gran terreno. Pero con el paso del tiempo eso se ha cambiado casi por una cuestión natural. Hoy la participación es otra, cada vez más grande y creo que eso se generó, en gran parte, por el desarrollo de las actividades deportivas. Dentro de un tiempo me parece que el club tiende a inclinarse por ese aspecto, es decir, por crecer desde lo deportivo que, además, le brinda al club una base societaria importante. Los pibes de ahora no van a pagar una cuota para venir a tomar café, eso es lógico, van a querer hacer algún deporte, disfrutar de la pileta, y me parece que eso está bien.

- ¿Cómo se encuentran en la actualidad?
JPI- Disfrutando del trabajo que se ha hecho y obviamente trabajando en las proyecciones. Como obra importante, hemos podido concretar la cancha de hockey que es una de las más lindas de Junín y que ha podido generar un crecimiento notorio de este deporte dentro del club. La cancha ha generado muchas cosas positivas, es un atractivo para que se sumen deportistas y al club lo jerarquiza porque se pueden realizar eventos muy importantes, como en su momento fue la llegada de Las Leonas o la realización de algún torneo provincial.      

- ¿Qué los motiva a seguir trabajando por el club?
AC- El desarrollo de algunas ideas. También no quiero que se caiga el trabajo que se ha hecho durante tantos años. A veces uno se siente agotado, pero esto es un legado, nosotros tenemos la obligación de trabajar y mantener el club de la mejor manera.  

JPI- Yo lo tomo como una especie de mandato. Estamos en este club desde que nacimos, es como una casa. Hay cuestiones familiares muy fuertes. Es un sentimiento muy lindo y muy grande, que siempre tratamos de transmitir a los nuevos dirigentes.

- ¿Qué momentos se han transformado en inolvidables?
JPI- De chico, en los veranos, con la familia y los amigos nos pasábamos todo el día  en la pileta, en el club. Se formaron muchas amistades.

AC- También, yo recuerdo con mucho afecto la niñez y la adolescencia. Las reuniones, los bailes y todo lo que vivimos adentro del club. Muchos de nosotros, en algún momento nos fuimos a estudiar y cuando volvimos y pudimos formar una familia quisimos que nuestros hijos transiten ese mismo camino. Ojalá que mis nietos puedan pasar por esto.