FÚTBOL

Aldo Ramón González: El señor de los ascensos verdolagas

Participó de dos logros históricos con Sarmiento. El de 1977 y luego el de 1980.

Yo nací en Palmira, Mendoza. Había un vinculo muy fluido con la ciudad de Junín. Por eso el club donde me inicié lo dirigía un juninense, Jorge Julio. Había jugadores como Traverso, Allende, Ayala.

Los talleres ferroviarios de Palmira eran tan grandes como los de Junín. El intercambio era constante. A raíz de eso siempre fueron jugadores de Junín allá como Vílchez, que venía de Ambos Mundos, Di Sascio que era 9, Jorge que era centrodelantero de Sarmiento, Delledone que era un cinco espectacular. En otra camada llegaron Toro, Pedro Cambareri, Omar Giménez, el Reca Traverso, Mario Molina, Piedrabuena y un montón más.

Cuando yo vine a jugar a Jorge Newbery en 1976 me encontré con un fútbol bárbaro en Junín, con jugadores técnicamente muy dotados. Era un torneo sumamente interesante, más allá que yo agarré la racha de Newbery que ganaba todos los años. Iba mucha gente a la cancha, se llenaba. Y se exportaban jugadores a todos los clubes del país.

A los 16 años debuté en la primera del club Palmira y a los 18 me compró Rivadavia de Mendoza. Fui lesionado con un desgarro muy grande. Tardé mucho en curarme, cuando volví me fracturé el quinto metatarsiano y no jugué demasiado. A ese equipo lo había ido a dirigir Jorge Julio, que fue quien me llevó.

En 1974 me fui a Pedal de San Rafael. Después me compró el pase un particular y por recomendación de Traverso me vine a Newbery.

En 1977 integré el famoso equipo de Sarmiento con Atondo, Pezatti, Melillo, Polo, que salió campeón y ascendió a la B. Se hicieron 117 goles en una temporada, teníamos un equipazo.

Retorné a Newbery, me fui a Loma Negra y en el ´80 volví a Sarmiento.  Fue cuando el Verde ascendió a la A.
En 1981 pasé a Los Andes. Hicimos una gran campaña, peleamos la punta y vendieron un jugador que era el líder del equipo, Juan Carlos Díaz, (que con el tiempo vino como ayudante de campo de Ginarte en Sarmiento) y ahí nos caímos.

En 1983 fui a El Porvenir, en Gerli. Otro gran año, peleamos arriba. En 1984 pasé a Tigre pero tenía grandes jugadores delante de mí y me costó llegar a la titularidad en medio de recurrentes lesiones.

En 1985 volví a Newbery y en el ´86 pasé a Sport de Pergamino donde no debí haber ido. La columna me jugó una mala pasada y tuve que dejar de jugar profesionalmente.

Hoy no salen futbolistas porque no se juega  en el campito. Yo salía de la escuela y me peleaba con mi mamá para que me hiciera rápido la comida porque me iba a jugar al futbol al campito. El problema era que éramos 40 y todos jugaban bien. Entonces había que llegar temprano o ser el dueño de la pelota para no quedarse afuera. Eran cuatro horas de fútbol.

Como yo vivía en una arteria de tierra,  a la noche salíamos a la calle donde improvisábamos dos arcos y volvíamos a jugar hasta que nos llamaran a dormir.

No había grandes técnicos, sí buenas personas. Era otra forma de vida. Ahora la tecnología superó al campito. La Play Stations mató a todos porque juegan al fútbol en la pantalla y no se dedican de lleno al fútbol físicamente. Ahí está la diferencia.
Después el fútbol de hoy es más físico que otra cosa. Se pierden los espacios, la gambeta que no te dan tiempo, la falta de precisión. Además los clubes le viven exigiendo resultados a los técnicos.

Un sobrino mío jugaba en un club de octava de Mendoza y se peleó con el técnico tras perder una pelota por salir jugando y el coach le decía que la reventara. Él sostenía que quería jugar al fútbol y el técnico que había que ganar de cualquier manera.

No coincido con Sarmiento que trajo a Hernández para dirigir la reserva, que le debe salir un fangote de plata. Hoy la reserva sirve para aguantar algunos jugadores y mantener los que no tienen lugar en la primera o recuperar lesionados.

Si hay un muchacho de la cantera del club, buena persona, que trabaja, que es económico para las arcas del club, no hay motivos para cambiarlo. Es más, los clubes grandes tienen  ex jugadores al mando de las categorías de abajo. Deberían reconocer  más a la gente de Junín. Se piensa mucho en la gente de afuera. Sarmiento debería tener una base de jugadores del club en el grupo de trabajo.

¿Maradona o Messi? Yo soy de otra época. Más allá que los dos son grandes jugadores, Maradona podía llevar adelante un equipo. Messi no tiene el liderazgo que tenía Maradona. Individualmente es un jugadorazo, que la lleva atada al pie a una velocidad increíble y define bien.

Si tengo que elegir uno me quedo con Maradona, pero Pelé y  Johan Cruyff están a la misma altura.

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