En el año 1965 un grupo de investigadores y técnicos del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (Cemic) y del Instituto Nacional de Microbiología “Dr. Carlos G. Malbrán” se instaló en la ciudad de Pergamino, Provincia de Buenos Aires con el apoyo de la Fundación Emilio Ocampo, para realizar estudios sobre la Fiebre Hemorrágica Argentina.
En la década del 70 se empieza a recibir apoyo de los Ministerios de Salud de la Provincia de Buenos Aires y del Ministerio de Salud de la Nación para la adquisición de equipos y reactivos de laboratorio y se inicia la colaboración de y con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para la visita de expertos y para la capacitación en centros del extranjero de los profesionales que trabajaban en Pergamino.
Finalmente, sobre la base de este grupo de trabajo, se creó en 1978 el Instituto Nacional de Estudios sobre Virosis Hemorrágicas (Inevh) “Dr. Julio Maiztegui”, con la misión de diseñar, organizar, implementar y coordinar las acciones tendientes al control y prevención de la Fiebre Hemorrágica Argentina.
Las investigaciones dirigidas a la obtención de una vacuna contra la FHA fueron iniciadas en 1978 por un convenio internacional, involucrando al gobierno argentino, a la Oficina Sanitaria Panamericana, al Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas y el United Army Medical Research Institute of Infectiuos Diseases de los Estados Unidos.
Las mismas concluyeron con la obtención por parte del Dr. Julio Barrera Oro y del Dr. Julio Maiztegui, de un clon atenuado de virus Junín (Candid # 1), que hacia 1985 había finalizado los estudios preclínicos. En ese año se inician las fases clínicas de investigación, que culminan en 1990 estableciendo a Candid # 1 como una vacuna eficaz para prevenir la FHA. Se abrió entonces la perspectiva del control definitivo de esta endemia.
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