En el primer año de Néstor Kirchner en el poder, en 2004, el monseñor Rubén Di Monte participó de la venta de un terreno de 45 hectáreas que el arzobispado de Mercedes-Luján tenía a orillas del Lago Perito Moreno en la provincia de Río Negro.
Según lo informado por Nelson Castro, por sus grandes dimensiones, el Arzobispado necesitaba la autorización del Vaticano para poder vender las tierras. Para evitar la intervención de Juan Pablo II, el terreno se subdividió en varias partes y la operación se hizo por US$ 600 mil, un precio muy inferior al de mercado.
Según consta en la escritura, a la que tuvo acceso El Juego Limpio, el predio fue adquirido por Fernando Cassina, un joven ingeniero informático vinculado a la embajada de Malta. Se sospecha que en la operación estuvo involucrado Juan Esteban Caselli, exembajador ante la Soberana Orden de la Cruz de Malta y de fuertes vinculaciones con el poder.
Tal como fue confirmado por el actual arzobispo de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani, Di Monte siempre fue un "amigo del poder".
Tuvo vínculos con la dictadura y en el menemismo participó del sorteo de una Ferrari. Durante el kirchnerismo, tuvo un trato asiduo con funcionarios del gabinete nacional como Julio De Vido, Alicia Kirchner y José López, el exfuncionario que detuvieron cuando intentaba esconder casi nueve millones de dólares en un convento de General Rodríguez.
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