Secuestros: “Las bandas son improvisadas y desorganizadas y eso las hace más peligrosas”

El exjefe de la Policía Bonaerense y especialista en seguridad ciudadana, Daniel Salcedo,  atribuyó la actual ola de secuestros extorsivos que se registran al accionar “de bandas improvisadas y desorganizadas y eso las hace más violentas y peligrosas” para las víctimas y sus familiares.
Salcedo explicó en declaraciones a NA que “se está ante una segunda generación de secuestradores, en la que ninguno tiene un rol definido y eso puede provocar que alguno estafe a su compañero “con el dinero pagado por el rescate y el secuestrado pague las consecuencias con violentas agresiones o incluso con la muerte”.
“Las antiguas bandas de secuestradores eran especializadas en ese tipo de delitos, porque cada uno tenía los roles bien definidos desde el punto de vista criminal: estaba el que  negociaba, que era el jefe del grupo; los que secuestraban, que eran mano de obra violenta; los que cobraban el rescate; y los que cuidaban al raptado, que no tenían un rol importante”, precisó.
Asimismo, Salcedo, quien también es perito criminalista y en esa función trabaja para la familia del fiscal fallecido Alberto Nisman, detalló que esos grupos “funcionaron fuertemente hasta 2006 y luego aparecieron bandas residuales, con algún miembro que  integró esos grupos”.
“Pero ahora, estamos ante una segunda generación de secuestradores porque son delincuentes que salieron en libertad y que dentro de la cárcel organizaron estas bandas. Días atrás detuvieron a un hombre de 45 años junto a otros de 20, que son los que ese jefe reclutó”, agregó el también presidente de la empresa Kustos, dedicada a vender equipamiento para fuerzas de seguridad.
El exjefe de la Policía Bonaerense -desde el 13 de diciembre de 2007 hasta el 19 de febrero de 2009- sostuvo que estos nuevos grupos “son desorganizados, violentos e improvisados porque todos tienen el mismo rol y eso los hace más peligrosos”.
En estos últimos tiempos hubo críticas al accionar de las fuerzas de seguridad por la cantidad de secuestros que se registraron en la Ciudad y el Conurbano.
Sin embargo, Salcedo explicó que “en las fuerzas de seguridad hay muy buenos elementos humanos que se desempeñan de manera muy profesional”, pero aclaró que “el problema es que las fuerzas trabajan contra el crimen organizado y ahora se está ante un tipo de crimen desorganizado”.
“Las fuerzas se enfrentan a una violencia para la que no estaban equipadas. Es más fácil luchar contra bandas organizadas que tienen estructuras y aplican una serie de pasos y le van siguiendo la huella. En estos casos, hablamos de gente violenta, de escaso nivel intelectual y la mayoría viene de robos comunes que creen que están ante un gran negocio”, indicó.
Además, precisó que antes los grupos delictivos “tenían lugares seguros de cautiverio, pero ahora los tienen en tránsito o en habitaciones de hotel al paso porque no tienen logística”.
“Es mucho más difícil que una banda organizada mate una víctima, porque son vitales para cobrar las sumas de dinero pedidas y hablamos de sumas grandes. Las bandas de ahora son  tan improvisadas que las sumas que piden son escasas”, explicó.
“Antes tenían una logística, analizaban el patrimonio económico de la potencial víctima, casa, auto, y otros. Hoy se suben a un auto, salen a recorrer y agarran a cualquiera al voleo. Incluso hace poco secuestraron a un hombre que manejaba un Peugeot 504 y le sacaron 3.000 pesos”, añadió.

Cuatro patas vitales para combatir estas bandas
Salcedo indicó que a estas bandas “hay que atacarlas desde muchos flancos, con una multiplicidad de medidas”.
“Primero hay que limitar las excarcelaciones. No se le da la importancia debida a los delincuentes de robos comunes. Esos delincuentes son reincidentes, cometen diez ilícitos por día y cuando se los mete presos se reduce la cantidad de delitos. Por eso, hay que trabajar con la Justicia”, afirmó.
Para Salcedo, otro punto es el de “mayores controles de las fuerzas en el tránsito para poder detenerlos mientras mantienen a la víctimas de recorrida, ya que no cuentan con un lugar fijo donde esconderla”.
“También hay que hacer una inteligencia criminal. Los organismos de inteligencia deben empezar a trabajar en las bandas, el jefe de las mismas, con quiénes estuvo relacionado en la cárcel y con quién se contactó afuera. Los delincuentes son temáticos y hay que analizarlos temáticamente, pero para eso se necesita una política criminal seria”, aseveró.
En ese aspecto, consideró que “este Gobierno tiene una voluntad de combatir la delincuencia y por eso hay que pasar a la acción. La AFI es la agencia de inteligencia de la Argentina y tiene que estar a disposición del Gobierno para hacer inteligencia criminal. Tiene que haber una base de datos para manejar información de las bandas y combatir tanto el crimen organizado como el desorganizado”, señaló.
Para el especialista en seguridad ciudadana, también es vital “el eje del Servicio Penitenciario”, ya que “hay un montón de personas con condena que están prófugas y siguen delinquiendo”.
“Seguro que puede haber efectivos policiales en algunas bandas y se comprobó. Pero eso no quiere decir que institucionalmente se liberen zonas”, concluyó.