INDICADOR DADO A CONOCER DESDE LA SOCIEDAD COMERCIO E INDUSTRIA

En Junín ya usan la tarjeta para gastos corrientes y hay negocios que lo sufren

El pago con plástico se mudó a compras más cotidianas, como la visita al supermercado o la carga de combustible, y eso generó una caída de la actividad en comercios de venta de electrodomésticos y muebles, entre otros. Preocupación por la situación general de la economía.

El poder de la inflación y la intimidación provocada por las facturas de luz y de gas están logrando que cada casa sea sede de un mini curso de economía donde se definen estrategias para que la billetera aguante lo máximo posible sin vaciarse.
Una jugada que se viene observando es la de utilizar todo el saldo de la tarjeta de crédito, hasta llegar al límite, en gastos corrientes que por lo general se pagaban en efectivo. Por ejemplo, la visita al supermercado y la carga de combustibles hoy son cubiertas el pago con plástico, algo que no es nuevo pero que se da en una proporción sideralmente superior a lo que acontecía un año atrás.
Eso genera un perjuicio automático a sectores que en época de vacas flacas tenían en la tarjeta a uno de esos puntales, y así lo explicó el presidente de la Sociedad Comercio e Industria de Junín:  “En el último tiempo, los locales de mueblería y de electrodomésticos están bastante afectados porque el consumidor convive con el fantasma de las tarifas y, por otro lado, la mayoría de la gente tiene los cupos de las tarjetas de crédito al máximo, o sea que les queda muy escaso margen para el consumo. Esto hace que el usuario sea muy selectivo en su compra porque no le queda espacio para adquirir por impulso”.   
Entrevistado por Democracia, Azpelicueta habló de la economía en general y aseguró que no hay otra palabra que se ajuste más al sentimiento de los comerciantes que “preocupación”, dado el impacto del tarifazo, la merma en las ventas y la incertidumbre sobre lo que será el devenir inmediato de la situación.
Al respectó señaló que en la última reunión del Nucleamiento Empresarial del Noroeste Bonaerense, que agrupa a 35 cámaras comerciales e industriales de esta región, “el tema que sobresalió fue el de las tarifas, que es lo que más preocupa porque incide directamente en los costos operativos tanto de la industria como del comercio”.
“Hasta ahora, la única medida concreta es la posibilidad de trasladar el cincuenta por ciento de esos impuestos financiados a septiembre, pero es correr el tema hacia adelante y que en pocos meses se vuelva a presentar el mismo problema. Dado el contexto en el que estamos, a la vista no se observan mejoras sustanciales de la economía en el corto plazo”, analizó.

“Hacen falta datos”
Por otra parte, Azpelicueta indicó que ayer hubo una reunión en Comercio e Industria con representantes de importantes instituciones de la Ciudad, como la Unnoba, el municipio, la Sociedad Rural, con quienes se estuvo viendo la posibilidad de poner en marcha la Agencia de Desarrollo, dado que “ni siquiera hay un relevamiento por parte del Estado de las necesidades de las pymes y es necesario empezar a trabajar sobre estadísticas y sobre elementos precisos”.    
“Dentro de todo lo mal que se viene planteando la economía a corto plazo, tenemos la ventaja de estar en una región donde el sector público ayuda a mantener nuestra economía en momentos como este. La Agencia de Desarrollo va a ser un buen instrumento para ir delineando cuáles son las demandas para poder proyectar una política de crecimiento local y regional que trascienda los gobiernos”, agregó.

Caída en las ventas
Con respecto a la merma en las ventas, Azpelicueta consideró que “el freno del consumo está dado porque al consumidor todavía no le han llegado las boletas con incrementos y hay expectativa por saber cuánto le va a venir facturado, entonces no tiene idea de cuánto va a tener que disponer para afrontar ese gasto extra y mide los gastos. Eso ya está afectando al sector industrial y del comercio porque los gastos se les han incrementado sobremanera. Por otro lado, la recesión de ventas hace que los comerciantes tengan que tomar algunas medidas para generar actividad, resignando utilidades”.
“Entendemos que esto va a ser transitorio y que es un camino que necesariamente había que transitar, lo que uno se pregunta es por qué se tomaron de tal manera decisiones que podrían haber sido más paulatinas”, continuó analizando el titular de Comercio e Industria.
Según Azpelicueta, en mayo, las ventas bajaron entre un tres y un cuatro por ciento respecto del mismo mes del año pasado.

La situación del empleo
En cuanto al panorama laboral dentro del sector comercial, el dirigente marcó que “muy pocos son los que están pensando en agregar personal, la mayoría está preocupada en conservar la estructura, resistir y en pensar que dentro de un par de meses puede haber una leve mejoría”. Y afirmó: “Que nosotros tengamos conocimiento, despidos no hay”.  “Una estadística industrial que recibimos días pasados indica que del cien por ciento de las compañías, hay un veinte por ciento que ha crecido o se ha mantenido y el ochenta por ciento restante ha bajado su producción”, finalizó.<

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