“Cachi” Gutiérrez: “Obviamente hay una disminución del consumo”

El diputado nacional y ex intendente de Pergamino, Héctor Gutiérrez (“Cachi”), visitó los estudios de TeleJunín y en diálogo con TeleNoticias reconoció que el ajuste golpea a la clase media y a la pequeña y mediana industria, pero atribuyó la situación al “descalabro” del gobierno kirchnerista.
Antes, el funcionario participó de una reunión organizada por la Unnoba con los intendentes de General Villegas y Bragado, Eduardo Campana y Vicente Gatica, respectivamente (ver aparte).

-¿Cómo analiza esta expansión que viene llevando a cabo la Unnoba?
-Estamos trabajando desde el año pasado en este tema, en aquel entonces con  los candidatos y  ahora ya con los intendentes de General Villegas, Eduardo Campana, y de Bragado, Vicente Gatica. Se trata de que la Universidad no sea la universidad de dos ciudades (Junín-Pergamino) sino de la Región. Los gobiernos locales tienen mucho que hacer y por comprometerse, y en este caso los intendentes han demostrado sus voluntades de extender los estudios universitarios en la región.
En la primera etapa se trata de avanzar con el programa de adultos mayores, la sensibilización de la comunidad, con los oficios, como la reparación de maquinarias, y luego hacer un proyecto institucional que tenga que ver con las demandas laborales y la inserción de los estudios universitarios a partir de este mapeo y proyecto institucional que hay que hacer.
Hoy tiene más que ver con compatibilizar la vocación del alumno y con el mercado laboral y sus demandas. Caso contrario, se produce la ilusión del estudiante y sus familias que hacen un gran esfuerzo y luego viene la frustración del egresado.

-Es como el arquitecto que maneja un taxi…
-Yo soy abogado, al abogado hoy día se le dificulta encontrar trabajo. No quiero desalentar a los chicos que quieren estudiar Abogacía pero es así. Los mercados laborales se saturan y es por eso esta universidad tiene un diseño no de facultades sino de escuelas, con la posibilidad de ir mutando la planta de profesores, de ir abriendo carreras que la sociedad y el mercado están necesitando.

-¿Cómo ve la gestión de la gobernadora Vidal en materia de seguridad?
-Soy diputado de la UCR, oriundo de Pergamino, participamos del frente Cambiemos, pero esto no impide desarrollar algunas objeciones. En el caso de la seguridad, marcamos alguna dificultad que estamos advirtiendo. De hecho, hoy, hay preocupación por la ola de secuestros que está azotando a gran parte del conurbano. Los datos son elocuentes, como el secuestro de un familiar de quien fuera presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia. Esto sucedió hace largo tiempo y sucede ahora. La reforma policial no es solamente darles chalecos antibalas y municiones, sino reformular el esquema de lo que significa la policía tradicional en la Provincia.
En los últimos seis años hemos pasado de 50 mil a 92 mil efectivos policiales en la Provincia, tanto como la totalidad de las fuerzas armadas.
Hoy hay 92 mil efectivos, pero una mayor cantidad de uniformados no significa necesariamente menos delito.
Esperamos la aplicación de la policía judicial, que la Reforma Constitucional del ‘94 hizo al incorporar la policía judicial. Significa que la instrucción, la investigación de los delitos no estén a cargo de la policía sino de los fiscales y un cuerpo de detectives, con tecnología acorde a lo que significa hoy la evolución del delito. Este es un tema en debate ya que significa mayor erogación presupuestaria. La gobernadora bonaerense lo ha anunciado, pero no está claro si avanzamos a la creación de la policía judicial y dejamos a la policía provincial las tareas cotidianas propiamente dichas, de la seguridad, de la prevención del delito.

-En lo que es ola de secuestros, siempre hay sospechas de que haya habido zona liberada, ¿es así?
-Se sospecha y se alude a ex personal policial vinculado a estas bandas que hacen secuestros exprés y extorsivos. Ocurrió años atrás y es posible que estos casos se den también ahora. Hubo personal policial exonerado en la última reforma policial, cuando de 45 direcciones provinciales se redujo a la mitad, generando escozor dentro de la propia fuerza. Por eso, hay que poner una mirada muy particular en este tema.
Lo cierto es que estamos con un clima de inseguridad creciente en la provincia de Buenos Aires. En el interior no tenemos los delitos que hoy vemos en las pantallas de los medios nacionales, pero el delito está aumentando.

-Pasando a otra temática, hay un canon tecnológico que empresas como Monsanto exigen a los productores, ¿qué opina?
-Nosotros estamos de acuerdo en que quien investiga y obtiene un producto de ello debe percibir un canon, una contraprestación por lo que significa este desarrollo tecnológico. En el caso particular se trata de Monsanto y de Intacta, que es un producto patentado por Monsanto, sobre el cual se ha generado un conflicto.
Monsanto pretende, por fuera de la estructura legal del país, percibir el canon en los puertos, es decir, auditar el origen de la semilla en cada uno de los puertos. El Ministerio ha tomado una decisión muy clara: le dijo que no lo podía hacer porque estaría violando de la ley. Esto viene de largos años que no se controló. Ocurre que hay que tener un cuerpo de inspectores en el Inase, organismo de control para que se cumplan las normas, que para el caso que se esté utilizando sin declarar una semilla, se pague regalía. En segundo término, se trata de ponerse de acuerdo en cuánto debe pagar: lo que pretende Monsanto o lo que a juicio de los organismos técnicos nacionales sería acorde.
Estamos en el medio de este conflicto, el Estado ha hecho uso de la soberanía, le ha dicho a Monsanto: ‘Usted no puede hacer esto’ y  Monsanto ha reaccionado amenazando el retiro de estos productos del mercado. Hay un tire y afloje que seguramente va a llegar a buen puerto. Argentina siempre ha honrado lo que han sido los desarrollos tecnológicos y el productor debe entender que debe pagar por este producto que seguramente mejora la calidad de sus cultivos
Es probable que este año estemos discutiendo una nueva ley de semillas, que es una demanda que hace muchos años tenemos.

-El gobierno de Cambiemos, ¿comunica bien?
-Muchas veces los políticos, cuando las cosas nos van mal, les echamos la culpa a los periodistas y decimos que estos no transmiten bien o hay problemas de comunicación.
Aquí existe una mezcla: obviamente hay una disminución del consumo. Todas nuestras localidades están registrando una retracción del consumo, una falta de liquidez en las plazas. Hay un tarifazo que le pega en el bolsillo fundamentalmente de la clase media y de la pequeña y mediana industria. Estamos advirtiendo cómo las facturas del gas y electricidad en algunas empresas están impactando fuertemente. Ni hablar de las patagónicas, donde gobernadores han hecho sublevación fiscal.
Hay una cuestión que tiene que ver con un ajuste de la economía pero no quedó demasiado claro que esto es consecuencia de un descalabro, un cambalache de la década pasada y habrá que ver cuáles son las políticas de aliento que de ahora en más hace el gobierno para poner dinero en el bolsillo de la gente sin que repercuta en la pauta inflacionaria.
El momento es crítico, difícil, habrá que ver cómo nos sobreponemos a esta situación de decaimiento de la actividad económica en general.

-Se habla mucho del segundo semestre… ¿Hay expectativas?
-Es un gobierno de expectativas, efectivamente. Me parece que ha habido un error en poner una fecha. Hay algunos bloques que dicen ‘el 1 de julio salimos a festejar’, como si la historia diera un vuelco de 180 grados a partir de esa fecha y esto no va a ocurrir. Me parece que el gobierno comete un error también en afincar una expectativa tan fuerte luego del ajuste. En el segundo semestre va a empezar a revertirse  la crisis pero no se solucionarán mágicamente los problemas de los argentinos ni va a aparecer la inversión que supuestamente el gobierno aspiraba a que pudiera ocurrir, con lo cual tendremos algunas dificultades que habrá que aclarar o resolver. En el segundo semestre se va a resolver el tema de la inflación, pero no sé si va a reactivar el consumo.

- ¿Cómo está la obra de la Ruta 8?
-Las obras en Ruta 7 están más avanzadas que en la 8. Pero seguramente los plazos que se han puesto (2017, finalizar en San Antonio de Areco y en el 2019, terminar en Pergamino) se van a cumplir.

-¿Qué le parece poner límite a los mandatos de los intendentes?
-Excelente. Muchas veces lo hemos dicho y pocas veces lo hemos llevado a la discusión legislativa, un poco egoístamente. Intendentes, concejales, consejeros escolares y legisladores que se limiten sus mandatos a dos años, es muy bueno. Yo lo digo contradictoriamente, fui intendente durante cuatro períodos y esto no es bueno para la democracia. Es buena la alternancia en el poder, para que otras fuerzas políticas se vayan renovando.

-¿Le gustaría ser nuevamente intendente de Pergamino?
-Sí, me gustaría.