El perfecto look de oficina

Entre el sonido del despertador y el momento en que se enciende el ordenador se sitúa una de las dudas diarias más persistentes ¿Y yo, qué me pongo hoy? Una pregunta que martillea en nuestra cabeza a primera hora de la mañana y que en muchos casos -sobre todo ahora que las refrescantes temperaturas matinales no ayudan- suele resolverse de la forma más rápida y a base de combinar prendas del fondo de armario.
En algunos empleos el dress code está -para bien y para mal- hieráticamente establecido y apenas permiten variaciones más allá de la americana y algún accesorio de color.
Por suerte, cada vez más se impone el libre albedrío a la hora de vestir para ir a trabajar, eso sí, siempre dentro de unos criterios razonables entre los que prima el equilibrio entre naturalidad, sencillez y elegancia.
La combinación por excelencia de colores sigue incluyendo el negro, el azul, el gris piedra y un toque burgundi, pero hasta los looks más clásicos se reinventan en clave punk, y en el que rescata la raya diplomática pero dándole un twist urbano, juvenil y rebelde. También el lookbook apuesta por un estilismo formal en el que impera la geometría a través de faldas de cortes rectos, chaquetas estructuradas y prendas con estampados de cuadros en un contraste minimal en el que las capas se superponen cromáticamente.
Otro de los greatest hits del invierno será el abrigo con silueta cocoon, porque favorece, porque envuelve y porque redefine la silueta de una forma sublime.
Hasta los zapatos se reinventan y abogan por el tacón sensato para una jornada non-stop -eso sí, es fundamental que estén impecables siempre- todo ello para recordarnos que vestir para la oficina, lejos de ser algo tedioso, esta temporada es pura tendencia.
Éstas son algunas de las prendas más prácticas y los looks más inspiradores para acudir perfecta a trabajar.