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PARA DETECTAR Y PREVENIR ENFERMEDADES

Destacan la importancia de estudios prenatales durante el embarazo

Las Dras. Carolina López, Andrea Vidal y Laura Barboni, del equipo de obstetricia de La Pequeña Familia, y el Dr. Pablo Waisbein, del Centro Médico Nexo, explicaron cuáles son los estudios de rutina y cuáles se indican en casos específicos.

A la hora de planificar y llevar un embarazo existe una numerosa cantidad de estudios que se pueden realizar para detectar y prevenir riesgos de enfermedades en el bebé y la futura mamá. La mayoría es de carácter no invasivo y tiene una gran eficacia que permite a médicos y madres controlar los embarazos de manera temprana.
En diálogo con Democracia, Carolina López, Andrea Vidal y Laura Barboni, del equipo de obstetricia de La Pequeña Familia-, y Pablo Waisbein, del Centro Médico Nexo, explicaron cuáles son los estudios de rutina y cuáles se indican en casos específicos.

Ante todo, planificar
Acudir a una consulta preconcepcional sería el primer paso que debería realizar toda mujer que desee ser madre. La mayoría de los problemas de salud de las mujeres pueden solucionarse antes de la concepción y otros prevenirse para asegurar el mejor estado de salud posible durante la gestación.
“Lo más importante es hacer el control preconcepcional. Lo ideal sería que todas las mujeres se hagan una serie de test previos a estar embarazadas y que comiencen a tomar ácido fólico con anterioridad, al menos dos meses antes de concebir un bebé”, señala Carolina López.
“Hay estudios que comprueban que la toma de ácido fólico antes y luego de estar embarazadas, contribuye a la disminución de riesgos de los defectos del tubo neural, anencefalia, meliomeningocele, espina bífida, entre otras. Poblacionalmente está comprobado que quienes no toman ácido fólico pueden padecer este tipo de complicaciones”, explica Andrea Vidal.

Primer trimestre
En la primera consulta con el obstetra, se indican análisis que sirven para detectar infecciones y para determinar el estado de salud y nutricional de la madre. También se determinan el grupo sanguíneo y el factor RH y se realizan pruebas de anticuerpos para detectar enfermedades.
“En el primer trimestre pedimos exámenes completos en el que pedimos toda la serología que incluye HIV, hepatitis, toxoplasmosis, chagas y sífilis. Este examen es sumamente importante porque en el caso de haber algún problema se puede tratar con prontitud”, explica Carolina López.
“También es importante conocer el grupo y factor sanguíneo de la mamá porque aquellas mamás con factor RH negativo requieren un seguimiento especial y se evalúa desde un principio el funcionamiento de la hormona tiroides, la cual tiene incidencia directa en el desarrollo de las neuronas del bebé”, agrega Andrea Vidal.
Durante este trimestre se realiza la primera ecografía se pide a las 8 semanas de embarazo porque es ahí donde se puede ver el embrión y escuchar los latidos.

Ecografía obstétrica con TNPlus
Consiste en análisis bioquímicos y una ecografía que se realizan entre las 11 y las 14 semanas de embarazo que sirve para descartar las trisomías genéticas más importantes que son el síndrome de Down (trisomía 21), síndrome de Edwards (trisomía 18), y el síndrome de Patau (trisomía 13), predice que riesgo tiene la mamá de padecer preeclampsia (Hipertensión Materna Gestacional), revela posibles problemas de retardo en el crecimiento del feto y también indica si la mamá puede tener un parto prematuro.
“El scan no es diagnóstico. Nos sirve para diferenciar la población de riesgo de la que no lo es. Por ejemplo, cuando este estudio indica un riesgo importante de padecer alguna de las trisomías se indican otros estudios, como una punción, para obtener un diagnóstico más específico”, explica Laura Barboni.
“Antes, cuando no existía este estudio, las pacientes que tenían más de 37 años directamente se les realizaba una punción, que es mucho más invasivo y riesgoso”, indica Barboni.
Al respecto, Pablo Waisbein resalta el método seguido para este estudio. “El TN plus se efectúa mediante una evaluación ecográfica específica, con pautas determinadas por la Fetal Medicine Foundation (FMF), complementaria con exámenes de laboratorio. Posteriormente se vuelcan estos datos en un programa que provee la FMF a aquellos profesionales que rinden anualmente los exámenes de aptitud y obtienen su licencia, y se obtiene para cada feto no solo la tasa de riesgo de trastornos genéticos que pudiera presentar, sino también el riesgo de desarrollar hipertensión materna gestacional,  parto prematuro o restricción de crecimiento fetal durante la gestación”.

Segundo trimestre
En el segundo trimestre se pide otra ecografía en donde se evalúa la morfología del bebé. También se piden otros estudios como: la prueba de tolerancia a la glucosa, indicado para todas las madres, pero sirve en especial para aquellas que tienen antecedentes de diabetes.
Se indica una vacuna que se llama triple bacteriana acelular que protege contra difteria, tos convulsa y tétanos.

Scan fetal morfológico
El scan fetal es una ecografía detallada del feto a partir de las 20 semanas de gestación, en la cual se buscan pequeños detalles anatómicos que pudieran indicar trastornos del desarrollo fetal, con incidencia en la vida pre o postnatal del bebe.
“El conocer la anatomía integral del feto y detectar pequeñas o grandes malformaciones en su desarrollo nos permite prever cómo puede evolucionar el embarazo en lo que resta del mismo, y que inconvenientes puede afrontar el recién nacido, que requieran atención inmediata o no”, destaca Pablo Waisbein.
“Este estudio hoy es de rutina y es importantísimo porque evaluando los riesgos podemos prever ese embarazo y por ejemplo determinar dónde va a nacer el bebé según la patología que tenga. Esto es muy importante para los padres porque saben cómo va a ser su hijo y para el bebé que va a tener e tratamiento adecuado”, señala Laura Barboni.

Tercer trimestre
Durante este trimestre el médico puede repetir análisis de sangre u orina dependiendo de cada paciente. Entre las semanas 35 y 37, se realiza una prueba para detectar una infección común conocida como estreptococos del grupo B, para prevenir cualquier tipo de infección y tratar con antibióticos en caso de ser positivo para que la madre no se lo transmita al bebé durante el parto.
A partir de la semana 38, se realiza un monitoreo por semana hasta el nacimiento para evaluar los parámetros vitales del bebé.
“Es importante señalar que cada paciente es único.  Es difícil detallar una guía porque hay pacientes que requieren unos estudios y otros no. Muchas veces las mujeres leen información y piensan que no le hicimos un determinado estudio y lo piden y si no lo pedimos es porque no está indicado para ella”, explica Andrea Vidal.
Igualmente, Pablo Waisbein destaca la importancia de la labor profesional. "La indicación de estos estudios es indudablemente competencia del profesional, pero es importante que conozcamos su existencia e importancia y no perdamos la oportunidad de efectuarlos”.

Estudios complementarios: ADN y doppler fetal

La detección en sangre materna de ADN (ácido desoxirribonucleico) del feto es una prueba diagnóstica prenatal que cada vez está cobrando más interés dentro de las consultas de y en especial en los embarazos de alto riesgo y se puede realizar desde la semana 9 de embarazo.
Se trata de realizar un análisis de sangre a la madre para detectar células de su feto y así poder analizarlas.
“Es una técnica no invasiva porque se realiza con una simple extracción de sangre. Es muy costosa porque en nuestro país no hay laboratorios que la realicen. Nosotros aquí tomamos las muestras, las enviamos a Buenos Aires y de ahí se envían a Estados Unidos. La utilizamos en casos muy particulares como cuando una mujer tiene antecedentes de hijos con problemas genéticos”, señala Carolina López.
El doppler fetal es un estudio ecográfico que el médico pide en ocasiones específicas. En esta ecografía mediante color y sonido, se puede observar el flujo de los vasos sanguíneos de la placenta, del útero materno y del bebé.
Generalmente el médico solicita este estudio, en el último trimestre, para medir y evaluar el flujo de sangre que recibe el bebé a través del cordón umbilical y como se distribuye dentro de su organismo.
En casos de sospecha de retraso de crecimiento fetal la ecografía doppler también es muy útil. Sirve para controlar las arterias umbilicales y el flujo de sangre que le llega al bebé, y por ende los nutrientes y el oxígeno que recibe a través de la placenta.
También es especialmente útil en caso embarazos complicados con hipertensión de materna, diabetes, problemas en la placenta o el cordón umbilical o sufrimiento fetal.
El seguimiento mediante doppler obstétrico, permite saber si el bebé recibe el aporte correcto de sangre como para crecer dentro del útero normalmente. También mostrará si hay alguna alteración en el flujo sanguíneo que indique la necesidad de anticipar el parto.

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