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BRAGADO

Aníbal Molino expuso en Brasil su experiencia con la siembra de algodón

La experimentación local que llevó adelante desde hace algunos años atrás fue expuesta en el Congreso Mundial de Algodón, realizada a principios de mayo último en Goiania.

El productor bragadense Aníbal Molina presentó su trabajo de sembrado y cosecha de algodón en un campo de la región, en el Congreso Mundial de Algodón, realizado del 2 al 6 de mayo último, en Goiania, Brasil.
Unos 42 países estuvieron representados por 420 investigadores presentes en dicho evento.
El 4 de mayo último, Molina expuso su trabajo de investigación en el Congreso. “Con mucha aceptación fue recibido – aseguró el productor a Democracia- . Llamó la atención que en una región de más de 10.000.000 de hectáreas nunca se había sembrado antes, ahora sí, en Bragado, con el trabajo que realicé yo. El objetivo ya está cumplido. Los que nos siguen en el camino de la vida podrán disfrutarlo”.
Respecto a la investigación, el productor recordó: “Cuando empecé el trabajo de investigación del algodón que podía sembrarse en esta región, lo encaré desde dos puntos de vista: hacerlo y exponerlo en algún evento. Lo hice como si lo tuviera que hacer un gobierno oficial argentino, de esa magnitud pero solo. Es decir, experimentando en un período de 4, 5 ó 6 años, empezando desde la nada, desde la semilla, viendo las variedades, épocas de siembra, recolección, que sea como comodity y después, todo ese trabajo, presentarlo en algún evento, como reafirmación de lo que se hace”.

En Brasil

Sobre su participación en este evento realizado en el país hermano, Molina relató:
“Me enteré hace un año y medio que se hacía el Congreso Mundial de Algodón en Brasil. Pregunté a la comisión organizadora si podía presentar un trabajo, me dijeron que sí y se lo mandé, incluyendo también referencia al cambio climático y el cultivo de algodón. Lo hice con todas las reglas técnicas que necesitan estos congresos científicos. Y para mi sorpresa, me lo aceptaron y me invitaron a exponerlo oralmente ante el plenario del Congreso”.
“Es así que viajé del 2 al 6 de mayo a Brasil, a ese evento, todo el mundo del algodón estaba allí. Incluso ya tuve repercusiones. Recién me llamaron de una multinacional de Brasil, para combinar conmigo, ya que quieren hacer algo con el algodón en Argentina en base a esto, porque hay 10 a 12 millones de hectáreas que se pueden sembrar. Es lo mismo que hice con la soja hace 45 años. Ahora ya está, en toda esta región se puede sembrar algodón, depende de las personas”.
Ante el preconcepto de cómo podía ser que en la Pampa Húmeda se pudiera sembrar este cultivo, que generalmente se trabaja en el Norte, Molina respondió: “esa es la anteojera que ponen las universidades, los técnicos, que tienen el No en la cabeza y si tienen el temor a algo desconocido, no hacen nada”.
“Lo mismo pasó con la soja hace 45 años, cuando estudiaba Agronomía en la Universidad también dijeron que no se podía hacer. No contesté nada, pero al otro año presenté el trabajo en Salta y se enteró uno de los profesores universitarios que había tenido. Son las barreras mentales que hay en nuestro país”, dijo.
Sobre el algodón y el cambio climático, Molina manifestó: “como ahora aumentó la temperatura con el cambio climático, favoreció al algodón  y se dio. En el Norte sobra la temperatura y acá encaja justito. Esa es la historia de la explotación del cultivo del algodón por estos lados”.

Stand

“En Brasil expuse brevemente mi experiencia con este cultivo e hice un stand donde mostré mis macro-fotografías y prendas hechas con algodón blanco y de colores,  ropa teñida con plantas de la pampa húmeda argentina, de tintes naturales”, sostuvo el entrevistado.
“La calidad del algodón es espectacular, hice los análisis de la fibra y los llevé al INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial ) para ver los parámetros y son exactamente como el algodón de cualquier parte del mundo, no hay ningún tipo de problema. Lo que tiene es una gran potencialidad, nuestra tierra es tan fértil que produce todo. El algodón está libre de insecticidas, porque aquí no hay, por ejemplo el picudo del algodonero anthonomus grandis, como en otros lugares, como Brasil, donde pasan en los cultivos entre 7 a 15 aplicaciones de insecticida por año para combatir ese insecto. ¿Sabe lo que significa eso, en el medio ambiente y en plata?”, manifestó entusiasmado Molina. 

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