LA CUENCA DEL SALADO EN LA PREHISTORIA

Cómo era el paisaje de Junín hace 250 millones de años

Hace tiempo, existió una megafauna que habitaba la región. José María Marchetto y Marcela Torreblanca, del museo “El Legado del Salado”, describen los animales que poblaban nuestra ciudad.

Resulta difícil pensar que por las veredas que hoy caminamos existió una vida muy diferente a la actual. La zona de Junín y toda la provincia de Buenos Aires estaba habitada por animales enormes que componían la megafauna hace unos 250 millones de años atrás. Eran mamíferos que llegaban a pesar toneladas, con una fisonomía muy diferente a cualquier especie viviente que hoy conocemos. Perezosos de cinco metros de altura, acorazados de más de tres metros de largo, mastodontes tan corpulentos como los elefantes actuales, entre muchas especies habitaron nuestras pampas.
Son testigos de su paso por esta tierra sus fósiles, que comenzaron a descubrirse a principios del siglo XX y que aún continúan apareciendo en la Cuenca del Salado. Los fósiles hallados en Junín poseen, aproximadamente, una antigüedad de 8.800 a 10.000 años, que en términos geológicos fue “ayer nomás”. Por lo tanto, muchos no han concluido su proceso de fosilización y son muy frágiles.

Mar Paranaense, playas juninenses y el río Salado.

Durante gran parte del período terciario lo que ahora es Junín estuvo sepultado por las aguas del llamado Mar Paranaense que abarcaba el este y el noroeste de la provincia de Buenos Aires y la Mesopotamia hasta Paraguay. Hubo épocas en las que formó parte de extensas playas. En tal sentido, la zona del distrito de Junín hay restos fósiles marinos que quedaron sedimentados a 80 metros de profundidad que datan de esa época.
Luego de retirarse las aguas que formaban el “Mar Paranaense” y del trascurso de una etapa de glaciación, se pasó a un clima cálido y húmedo similar al de nuestros días. Se formaron esteros inundables que más tarde constituyeron lo que hoy conocemos como el río Salado Sur.
Actualmente la cuenca superior del río Salado fue canalizada en varias oportunidades lo que amplió considerablemente con el agregado de la laguna La Picasa. Desde la Laguna de Gómez hasta la Laguna El Carpincho fue canalizado y amplió en un 50% su cauce, lo que dio lugar a que aparezcan y sigan apareciendo gran cantidad de restos fósiles.
“En el decenio transcurrido entre 1998 y 2008 se han realizado incontables descubrimientos paleontológicos sobre las orillas del río Salado. Sin embargo no hubo apoyo oficial para preservar lo descubierto”, afirma Marcela Torreblanca, fundadora del Museo “El Legado del Salado” ubicado en la Escuela Normal Superior de nuestra ciudad.

Conservación del patrimonio

La preservación y la conservación dependen de que la sociedad reconozca los valores de los fósiles como parte del patrimonio cultural.
“La idea de esto es difundir y conservar el patrimonio. En cada visita, en cada charla o en cada visita guiada que realizamos tratamos de explicar que no tiene que ir cualquiera a sacar fósiles al río. Además de que es frágil es importante saber de dónde se sacó, en muchas ocasiones científicamente esta información es más importante que el fósil en sí”, explica José María Marchetto, actual director del museo “El Legado del Salado”.
Actualmente existe una legislación que protege el patrimonio paleontológico y arqueológico, la ley nacional 25743 que fue promulgada en 2003 y está vigente en todo el territorio argentino. Esta ley indica que sólo personas con permiso pueden realizar exploraciones.
“Nosotros tenemos permiso para realizar las exploraciones. La idea es que si alguien ve algo nos dé aviso inmediatamente y nosotros vamos y vemos de qué se trata. Igual quiero recalcar que si alguien rescató algo de casualidad, lo debe comunicar. Existe ese miedo por la ley, pero lo que la ley prohíbe es que adrede se hagan exploraciones sin permiso. Por ejemplo recientemente un vecino encontró fósiles cuando realizaba un pozo en una obra. Si él no lo hubiera rescatado probablemente el pozo lo tapaban y los fósiles no llegaban a nuestras manos. Siempre que alguien dona lo agradecemos muchísimo, porque los restos no poseen valor desde lo económico, pero sí es de un valor incalculable para nuestra cultura y para la educación”, finaliza Marchetto.

Proyecto de ley
Marcela Torreblanca, junto con los otros integrantes del museo “El Legado del Salado”, están impulsando un proyecto de ley presentado que plantea la necesidad de crear una reserva natural en las riberas del río Salado, en el partido de Junín, en la zona donde desde hace 18 años se descubrió un yacimiento fósil de restos de megafauna y mamíferos extintos. Dicha zona corresponde a ambas márgenes del Salado donde transcurre paralelo al camino de acceso al Parque Natural Laguna de Gómez, desde el puente denominado Macucho hasta el desaguadero de dicha laguna.
“Desde el año 95/96 empezamos a encontrar los fósiles en el Salado, el río tiene ciertas oscilaciones de secas e inundaciones y, cuando el agua baja, es cuando aparecen los fósiles. Después de la canalización de 2004, empezamos a encontrar cada vez más fósiles pero en pedazos. Estos espacios necesitan protección, cuando baja el agua esta zona se llena de motos, cuatriciclos y autos que pasan hasta por el lecho del río, no sólo estropean los fósiles sino también la flora y la fauna actual. La idea es proteger estos espacios que todavía de cierta manera no han sufrido tanta intervención del hombre”, señala Torreblanca.
“Ahora estamos tratando y juntando firmas para que nuevamente las nuevas autoridades reconsideren el proyecto. Proponemos la creación de una reserva de usos múltiples que pueda ser utilizada pero de manera controlada. Por ejemplo se permitiría la pesca pero con control, se prohibiría la caza y también la circulación de animales como vacas o caballos. Nos ha sucedido estar a la vera del río buscando fósiles y toparnos con boyeros eléctricos porque ahí sueltan a los animales y eso está muy mal”, finaliza Torreblanca.

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