Pronostican que con los tarifazos en luz y gas caerá aún más la actividad

“Hay que pasar el invierno”. La ya tristemente célebre frase que pronunció Álvaro Alsogaray en 1959, cuando era ministro de Economía, suele reaparecer como un fantasma inefable y casi nunca falla en su cometido de generar pánico y angustia en la población.
En efecto, 57 años después de aquel enunciado original, y con la fuerte suba de tarifas en servicios esenciales como la luz, el gas y el agua, no son pocos los jefes de familia y los comerciantes que miran al cielo como preguntándose si podrán cumplir con todos los impuestos y, en ese caso, salir ilesos de los incrementos.
Los juninenses deberán soportar subas promedio de alrededor del doscientos por ciento, sumando luz, gas y agua, lo que más temprano que tarde provocará una caída en la actividad mercantil.   
El tesorero de la Sociedad Comercio e Industria, Raúl Parejas, ya avisó que no va a quedar otro remedio que trasladar el tarifazo al precio de los productos.
“Ya estábamos pagando bastante y creemos que el gasto al menos se va a duplicar, lo que ya es mucho decir”, dijo Parejas, también dueño de librería Rucci.
El temor que había causado el anuncio de la suba de impuestos allá por enero se empezó a hacer carne con la llegada de las boletas de luz, servicio sobre el que se aplicó un alza media del cien por ciento, pero con casos en los que la diferencia respecto del pago anterior excede largamente ese índice.
Lejos de amainar la situación, el gas natural provocará otro sacudón en los bolsillos. Esta semana, el presidente del Grupo de Servicios Junín S.A., Pablo Torres, le dijo en exclusiva a Democracia que se prevén algunas subas de hasta el dos mil por ciento.
“El cuadro tarifario de gas es tan complejo que depende del ahorro realizado por los usuarios y de todo un estudio realizado sobre cinco períodos para atrás, lo que hace imposible puntualizar cuánto va a aumentar porque cada caso va a ser particular. Nosotros estamos preparando un comunicado para difundirlo en estos días pero con conceptos medio genéricos, porque cada uno va a tener que agarrar las cinco facturas anteriores, más la nueva, hacer un promedio, en fin… es tremendo lo dificultoso del sistema para explicarlo. Lo que sí se puede anticipar es que el aumento será muy fuerte”, comentó Torres.

Encima, el agua
Otro bien esencial en cualquier domicilio es el agua, cuyo precio se disparó un veinte por ciento en enero y trepará otro siete por ciento en julio. “El aumento del agua está en sintonía con el establecido para el resto de los tributos municipales”, comentó Ariel Díaz, secretario de Hacienda de la comuna juninense.
Sin embargo, el funcionario señaló que se están analizando unos 1.700 casos de contribuyentes cuyo consumo es marcado por medidores de agua y que debido a los excedentes corroborados en la utilización del servicio recibieron facturas con subas muy superiores al veinte por ciento. “Estamos chequeando cada una de esas situaciones para darle a los vecinos una repuesta responsable”, indicó Díaz.

Etapa difícil para los comercios
En ese marco, Raúl Parejas opinó que algunos se van a ver más perjudicados que  otros. “Por ejemplo,  los comerciantes del centro siempre estamos expuestos a tener más gastos, y con el tema de centros comerciales a cielo abierto –tras firmar un acuerdo con la Municipalidad- tratábamos de tener nuestros negocios con las luces más tiempo prendidas, cosa que ahora va a ser muy difícil de cumplir, desgraciadamente. A ese tema lo tenemos que seguir charlando, sería aventurado afirmar si vamos a tomar alguna medida”, adelantó.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Comercio e Industria de Junín, Alfredo Azpelicueta, sostuvo que “los tiempos que vienen van a ser complicados” y que para “esta región será de mucha importancia el flujo de divisas que pueda aportar el sector agropecuario al final de las cosechas de maíz y soja”.
De todos modos, se mostró cauteloso al momento de evaluar cómo impactará el incremento de los servicios en los precios de los productos. “Creo que aumentar todo en forma abrupta no es la mejor solución que pueden tomar los comerciantes”, indicó.