Drogas: crecen los kioscos y apuntan a los distribuidores para cortar la cadena

El narcotráfico no da tregua. Prueba de ello es que, tal como informó este diario hace dos semanas, las autoridades policiales confirmaron que ya no sólo hay venta al menudeo, sino que “son grandes kioscos”.
Por tal motivo, la estrategia para combatir esta problemática se debe ir adaptando a los cambios de escenario.
Es en ese marco que hoy se apunta a los distribuidores que abastecen a estos “kioscos”. Es decir que se busca a lo que podría denominarse como “peces más gordos”.
Esto lo ratificó a Democracia el comisario Marcelo Farías, quien desde hace un mes está a cargo de la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado de Junín: “Lo que queremos es hacer trabajos que apunten al distribuidor. Nosotros sabemos que si cortamos esa cadena, cortamos a varios kioscos”.
En tal sentido, Farías remarca que para esta nueva estrategia cuentan “con todo el apoyo de la fiscalía y de la justicia, en general, y también de la Jefatura Departamental, con quienes se trabaja en forma mancomunada”.

“No son perejiles”
Farías subraya que no hay que restarle importancia a los “kioscos” que comercializan estas sustancias ilegales.
“En la primera semana que estuve acá –explica– detectamos un kiosco que vendió más de 60 envoltorios de cocaína, y ese no es un ‘perejil’, porque si vende esas 60 dosis en un día, ganaría más de 20 mil pesos”.
En base a su experiencia, el comisario Farías sostiene que “lo que más se ve acá es la marihuana”. Y ejemplifica: “Lo que sucedió la semana anterior, haber ‘volteado’ un kiosco grande, que tenía casi cuatro kilos de marihuana y unos 200 gramos de cocaína, da la pauta de que en la mayoría de nuestros procedimientos se incauta marihuana, y muchísimas plantas”.
Algo similar se advierte en el consumo. Así lo confirma la doctora Gabriela Martínez, titular del Centro Preventivo Asistencial (CPA) de Junín, quien remarca que “las sustancias predominantes entre los pacientes que concurren a nuestro centro son el alcohol, la marihuana y la cocaína”.
En ese contexto, se destaca el incremento en la cantidad de operativos en los que se incautan plantas de marihuana. Y lo que advierten las autoridades es que muchas son de un tamaño considerable.
Farías dice que “el terreno de acá es muy fértil (para el cultivo de cannabis) y las plantas que se han secuestrado son muy grandes, llegan a dos metros y medio o tres”.

No hay cocinas
Desde el área de Narcotráfico sostienen que la droga que se comercializa acá llega de grandes urbes. “Suele venir de distintas localidades, puede ser de Capital Federal, de la Villa 31, de la 1-11-14, todos mencionan lo mismo, pero no se puede establecer”, aclara Farías.
El comisario –que antes de reportar en Junín se desempeñó en la jurisdicción de Mercedes– advierte que la ubicación de nuestra ciudad, con dos rutas nacionales y una provincial, resulta atractiva para los traficantes.
Y añade que también puede llegar en tren o en colectivo: “Por eso se está haciendo todo tipo de interceptación. Sin ir más lejos, el viernes pasado teníamos conocimiento que una persona iba a llegar a Lincoln con estupefacientes, montamos un dispositivo de seguridad, y dio un resultado que puede parecer que no es el esperado, pero fueron 20 gramos de cocaína que, si se ‘cortan’, se pueden estirar a 40 gramos”.
En tanto, desde las fuerzas de seguridad no se tienen reportes que indiquen que la droga se procese acá, puesto que no se han encontrado “cocinas” en Junín. “Tenemos alguna información y la estamos evaluando, pero es materia de investigación” dice, hermético, Farías.

“Efecto Costa Salguero”
La tragedia ocurrida en la Time Warp, en Costa Salguero, donde murieron cinco jóvenes luego de ingerir drogas sintéticas, encendió la alarma en diferentes sectores.
A partir de esta situación, se teme un “efecto Costa Salguero” en otros sitios.
“Por ahora, el tema de las drogas sintéticas es un tema lejano, no habría que alentar a la sociedad de Junín a que estamos muy expuestos a que este tipo de sustancias arribe a esta ciudad”, considera Farías.
Del mismo modo, la doctora Martínez explica que son muy pocas las consultas que se reciben por este tipo de consumo: “En Junín no es un tema muy presente, por lo menos en el ámbito público. En el CPA tuvimos una sola persona la que preguntó, y por un consumo muy, muy esporádico. En el ámbito privado yo tuve tres consultas, en el verano, pero no más que eso”.
Finalmente, Farías comenta que el hecho de que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se hayan prohibido estas fiestas, aunque sea de manera temporaria, hace que “se corra el riesgo de que migren”. Y concluye: “Hay que estar atentos. Además, hay que prestar atención a los medios por donde se difunden, que generalmente son las redes sociales. Si surge este tipo de información, vamos a estar presente, tanto la DDI como nosotros, ya sea en Junín como en cualquiera de los nueve partidos que corresponde a esta jurisdicción”.