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FUE PROMETIDO HACE AÑOS PERO NUNCA SE CUMPLIÓ CON ESE COMPROMISO

San Jorge: “El gas natural es lo más necesario”

Ahora que viene la temporada más fría, es la prioridad para los residentes. También demandan más luminarias y la llegada del asfalto. Además, piden protección para la bomba extractora. Con todo, destacan que se produjeron mejoras a partir de la nueva gestión al frente del municipio.

San Jorge es un pequeño barrio de seis manzanas delimitado por las calles Dr. Possio, Payán, José Hernández y la avenida Intendente de la Sota.
Allí, unas 125 familias residen en viviendas que fueron edificadas por el sistema de autoconstrucción hace más de tres décadas.
El presidente de la sociedad de fomento, Gastón Campos, afirma que durante años estuvieron “abandonados” y señala que la actual gestión tuvo gestos que les permiten ser optimistas respecto al futuro.
“Me parece que empezamos a trabajar más o menos bien con este gobierno en las cosas básicas, que estamos reclamando desde hace algunos años”, explica Campos.
Entre los temas pendientes más acuciantes, la prioridad es la extensión del gas natural, aunque también piden más luminarias, asfalto y medidas para mejorar el tránsito.

Infraestructura
La llegada del gas natural fue prometida hace años pero nunca se cumplió con ese compromiso, y hoy es una prioridad para los vecinos del lugar, como dice Campos: “Es algo que anhelamos todos en el barrio, en el invierno tenemos que andar lidiando con las garrafas que duran diez días, entonces es lo más necesario”.
En cuanto al alumbrado público, destacan que hay un 80% del barrio cubierto con esta prestación, aunque aclaran que faltan sumar farolas: “Es una de las cosas que estamos trabajando con Cristina Cavallo. Ya se instaló una en la plaza, otra en la guardería, pero siguen faltando luces de media cuadra, y en las zonas periféricas, principalmente en Payán y la esquina con Dr. Possio”.
En tanto, en este vecindario todas las casas cuentan con servicios de cloacas y agua corriente. No obstante, hay inconvenientes con la red cloacal. Es que esta zona es más baja que los vecindarios linderos, por lo que se puso una bomba extractora, “que para el barrio anda bien”, pero “se dificulta cuando viene de otras zonas, que son más altas, porque acá se hace como un embudo, entonces si se tapa una boca de las cloacas de Progreso, se rebalsa y enseguida lo tenemos en este sector”, afirman.

La bomba y las calles
Respecto de la bomba extractora, Campos subraya la desprotección que hay sobre ese sector, lo que constituye un peligro importante.
“El deterioro viene de la gestión anterior –cuenta el fomentista– cuando se dejó que se sacara el alambrado, los postes y todo lo que la protegía. Creo que no se toma conciencia de que hay un motor de gran potencia para hacer andar la bomba, y el miedo mío siempre fue por las criaturas, que son andariegas, y corren riesgos. Queremos que se haga un alambrado y que esté cuidado”.
El de las calles es otro tema de preocupación para los residentes. En este barrio solamente están asfaltadas las dos cuadras de Intendente de la Sota. “El estado de las calles no es óptimo”, sostiene Campos, y agrega: “Se hizo un mejorado cuando llegó el cordón cuneta pero con los años se fue deteriorando, y nosotros recibimos agua de Progreso, de Intendente de la Sota, y las calles se van rompiendo. Necesitamos un mejoramiento. Si hubiera asfalto el agua correría, pero se hacen lagunas y el barro queda”.

Inseguridad y tránsito
En referencia a la inseguridad, Campos asegura que sucede lo mismo “que en cualquier otro lugar”, aunque remarca que quisieran “más presencia policial recorriendo el barrio”.
En tanto, otro tema que preocupa a las autoridades barriales es el del tránsito. Uno de los puntos crítico es la avenida Intendente de la Sota, una arteria “muy cargada” porque “los conductores toman velocidades que no tendrían que tomar”. Es por ello que consideran que “a futuro se tendría que tomar alguna medida sobre ese tema, como podría ser algún reductor de velocidad”.
Para Campos, otro tema de preocupación es la cantidad de camiones que transitan por las calles interiores del barrio. “Pasan rápido y yo siempre digo que los chicos acá no sobran, así que tenemos que cuidarlos”, concluye.

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