NEGOCIOS AGROPECUARIOS

La influencia de CREA, en expansión

El movimiento argentino CREA (Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola) que brindó sustento al Ministerio de Agroindustria de la Nación, expande su filosofía y recursos a países limítrofes y a la frontera entre Asia y Europa.
El secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Ricardo Negri, y jefe de Gabinete del ministerio de Agroindustria, Guillermo Bernaudo, ocuparon el cargo de "líder del equipo de Investigación y Desarrollo" de CREA en distintas épocas.
Negri trabajó en los Consorcios, en diferentes funciones, durante 17 años y luego hace más de un año se mudó con su bagaje técnico a la Fundación Pensar -de Cambiemos-, para posteriormente pasar a ocupar el estratégico puesto ministerial.
El antecesor de Negri en CREA, luego de haber sido asesor durante muchos años de los grupos de trabajo fue Bernaudo, pero hay muchos hombres en el Gobierno de Mauricio Macri que han abrevado en estas aguas.
El conocimiento del Movimiento es valorado desde que en 1957 Pablo Hary lo fundó junto a un grupo de amigos y vecinos: fue el primer Consorcio Regional de Experimentación Agrícola -CREA Henderson Daireaux- en la provincia de Buenos Aires.
Ese fue el primer grupo CREA que se expandió para formar asociaciones de empresarios agropecuarios (grandes, medianos y pequeños) que trabajan en grupo, y comparten experiencias y conocimientos para aumentar la rentabilidad y lograr el crecimiento económico sustentable de sus empresas.
CREA procura transferir su experiencia al medio para colaborar así en el desarrollo del sector agroalimentario y del país.
Cinco años más tarde de la fundación de Hary, comenzaron los grupos CREA en Uruguay; hace 10 están en Bolivia; y ahora comenzaron a asesorar a una entidad de productores en Paraguay.
Pero el salto cualitativo es que CREA, que reúne a un sector muy importante del campo argentino, llegó a la República de Georgia, un país situado en el límite entre Asia y Europa, localizado en la costa del mar Negro, al sur del Cáucaso y con una de las fronteras en Turquía.
Los grupos CREA comenzarán a funcionar allí en una experiencia de agricultura familiar con una producción muy particular de avellanas, de familias que tienen sólo plantas en su jardín, o hasta una hectárea.
En rigor estos agricultores recolectaban prácticamente el fruto del suelo hasta que fueron asistidos por un asesor del Movimiento que se encontraba en un país vecino y comenzaron a absorber experiencia para trabajar profesionalmente.
"Se terminó con la firma de un acuerdo de cinco años que respalda un organismo internacional que apostó por el sistema CREA y hoy estamos colaborando para que esto sea posible y se armen los grupos en Georgia", explicó a NA, el presidente de AACREA, Francisco Iguerabide.
El modelo CREA también se extiende a otros ámbitos de desenvolvimiento del país porque "lo más importante es que es un método de intercambio que genera una mejora, apuesta al desarrollo personal y éste tiene un impacto en la comunidad donde participa, independientemente de si es campo o no".
"Como es un método que te obliga a repetir una manera de trabajar, termina siendo un hábito y cuando algo es un hábito, finaliza siendo una cultura", expresó Iguerabide a NA.
Aclaró que hace una década que "explícitamente estamos fomentando a las personas en la participación pública, convencidos de que hay que dar todo lo que uno tiene en la gestión pública".
CREA le ofrece el modelo y sus datos a todos los partidos políticos y los "miembros CREA, tenemos la ventaja de que ya sabemos de esa actitud de servicio público que tenemos, así que a medida que los funcionarios necesiten estamos dispuestos a ofrecérselo", sostuvo.
Desde el movimiento se encuentran abocados a realizar un relevamiento de los integrantes de CREA que ya trabajan en otros ámbitos que no sea el agropecuario, más visibles: "tenemos más de 150 personas que son o han sido funcionarios con distintos niveles de responsabilidad".
"Hay miembros CREA que fueron intendentes municipales, secretarios de Gobierno, legisladores, dirigentes gremiales, es decir son muchas personas que además de su vida pública, en su ámbito privado son miembros CREA".
La metodología por ejemplo se utiliza en un grupo de intendentes municipales, junto la Fundación Red de Acción Política, funcionarios que se reúnen para intercambiar problemáticas de su gestión y aplicar los cambios en el mejoramiento de sus municipios y comunas.
También pasa lo mismo con secretarios de la Producción de las comunas de la provincia de Buenos Aires: además el jefe de Gabinete del Ministerio de Agroindustria provincial, Jorge Srodek, participa en un grupo CREA.
Lo mismo ocurre con un conjunto de directores de escuelas primarias y secundarias que se encuentran para mejorar, a través del intercambio, su desempeño en la función y parece que siempre que hay un hombre CREA en algún sector, el contagio es ineludible.
"Más allá de los empresarios agropecuarios, es una filosofía, una manera de trabajar, tenemos un método que es analizar casos con una dinámica de trabajo mensual, una idea que surgió de Francia para reconstruir el campo francés después de la II Guerra Mundial, y los fundadores lo adaptaron a la realidad argentina", concluyó Iguerabide.

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