El gobierno bonaerense atravesó el primer round salarial con los gremios con un final previsible. La oferta que recibieron los docentes fue rechazada de plano y en rigor, no resultó algo que pudiera sorprender.
La administración de Vidal propuso un 23,6% de aumento en tres cuotas: enero, marzo y agosto. Un esquema que ya había utilizado el anterior gobierno de Daniel Scioli y que ahora los gremios no quieren escuchar.
Los maestros plantaron su bandera: reclaman un sueldo inicial de bolsillo de 10 mil pesos. En términos prácticos, implica una mejora porcentual del 38% frente a los 7.280 pesos que percibe el docente que recién se inicia. La cifra está bastante lejos de la propuesta que ensayaron los funcionarios de Cambiemos si debe ser aplicada a todo el escalafón.
No es el único planteo de los sindicatos. Pretenden que el incremento sea retroactivo a enero y en su totalidad. Y además quieren cubrirse de una eventual disparada inflacionaria con la inclusión de una cláusula que permita reabrir la discusión salarial durante el año.
"Esta es una negociación económica pero también política. Si no tienen plata, pídansela a Macri", escucharon las segundas y terceras líneas de integrantes del equipo de gobierno provincial que fueron enviadas a ponerle la oreja a una larga catarsis sindical.
En rigor, ese posible auxilio está en los planes de Vidal. Indirectamente, aguarda la ayuda que significaría para calmar los ánimos una modificación del impuesto a las Ganancias que deje fuera del alcance de ese tributo a un universo mayor de trabajadores.
Pero también se especula con un aporte directo nacional para terminar de cubrir el bache histórico de las finanzas provinciales, aunque esto tiene límites mientras se apunta que debe revisarse la eficacia del gasto en ese sector. Hacia fin de semana empezará a afinarse el lápiz. Se aguarda para el viernes una propuesta, mientras corre el tiempo de descuento para el inicio de clases previsto para el lunes 29.
Los gremios aguardan agazapados, aun cuando existen charlas informales con los funcionarios por afuera de la paritaria. En las últimas horas habrían existido algunos contactos reservados entre sectores docentes y estatales históricamente enfrentados para, ante un eventual conflicto, coordinar acciones y medidas de fuerza que ayuden a potenciar el reclamo salarial.
Más emergencias
Mientas tanto, el gobierno de Vidal parece empeñado en seguir declarando emergencias en la Provincia. A la que ya rige en Seguridad y en el Servicio Penitenciario, pretende sumar la de Infraestructura.
Ese será uno de los temas centrales en el arranque, en marzo, del año legislativo. No es la única medida de excepción en danza. Hay otra que se viene cocinando a fuego lento y de la que se conoce poco más que el título: emergencia Administrativa e Informática.
La política, en tanto, no se tomó vacaciones. El peronismo vive un denso clima entre reacomodamientos y rupturas post derrota electoral y con la elección partidaria nacional en el horizonte. El territorio bonaerense exhibe ese mapa cambiante marcado por el realineamiento de intendentes que buscan construir su propio liderazgo.
Recalculando
Sin esos ajetreos en el horizonte, en el Frente Renovador de Sergio Massa se ha instalado el debate: hasta qué punto beneficia a un espacio que pretende ser la principal alternativa opositora en los comicios de medio término del año próximo, aparecer como socio y sostén político casi excluyente del gobierno de Cambiemos.
El propio Massa empezó a tomar nota de esa situación. Dicen que encomendó a su tropa empezar a marcar errores o medidas que considera contraproducentes de los gobiernos nacional y provincial. "Pero no nos quedemos en la crítica; con cada objeción, una propuesta-, dicen que sugirió. Las últimas declaraciones de varios de sus laderos sobre el aumento tarifas y el impacto sobre los niveles de pobreza, van en ese camino marcado por el jefe del espacio.
El massismo se apresta a dar una primera batalla fuerte al gobierno de Vidal. Sabe que la gobernadora busca impulsar una reforma política y electoral que anunciará el 1º de marzo, en la apertura de las sesiones ordinarias de la Legislatura. Habrá una comisión especial que analizará esos cambios que incluyen desde la eliminación de la boleta sábana hasta el límite a la reelección de los intendentes.
Los massistas arrancaron con esa idea en 2013 y no quieren ceder terreno. Darán la pelea para presidir esa comisión y ya tienen nombre propio: el diputado Ramiro Gutiérrez. Los macristas quieren imponer a Daniel Ivoskus. La pelea por quién se pone la cucarda de ese cambio institucional, recién arranca. Y hasta ahora no se escuchó al radicalismo, en cuyas filas se advierten atisbos de disconformidad con ciertas decisiones políticas del PRO.
GOBIERNO BONAERENSE
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